En el encuentro «Diálogos con el futuro», expositores de talla internacional coincidieron que la Inteligencia Artificial (IA) y las neurotecnologías apuntan a generar el nuevo orden mundial. Bolivia no puede estar al margen de esta realidad tecnológica que avanza raudamente. Ambas temáticas son parte de la agenda central del evento organizado por primera vez en la ciudad de Tarija.
En la segunda jornada, se tuvo la participación de Guido Girardi, de Chile, que habló de las oportunidades y el desafío de la humanidad; Flavia Costa, de Argentina, el tecnoceno, la Inteligencia Artificial y el nuevo orden informacional; Rafael Yuste, de España, se refirió a los avances de la humanidad hacia la cuarta revolución industrial.
Yuste es uno de los renombrados exponentes que está en la capital tarijeña por ser el ideólogo del proyecto BRAIN en Estados Unidos, donde es director del Centro de Nanotecnología de la Universidad de Columbia.
El filósofo colombiano Bernardo Toro, por su parte, disertó sobre el futuro y cuidado en el era de la Inteligencia Artificial.
Mientras los bolivianos Marcia Mandepora expuso las sabidurías ancestrales e indígenas en el mundo de la IA, Enrique Camargo habló del aporte de los pueblos indígenas en la revolución tecnológica, Ana Lucía Velasco de Neuropolítica y Said Pérez de los riesgos y oportunidades de la Inteligencia Artificial en los países en desarrollo.
«Sencillamente fue extraordinario desde el punto de vista humano, científico, del conocimiento y del futuro», dijo el analista e investigador cruceño, Carlos Hugo Molina, al evaluar la primera mitad de la segunda jornada del encuentro internacional.
Molina declaró a EL DEBER que Bolivia no puede estar al margen y se debe asumir el reto de adaptarse porque «mucho de lo que se ha dicho» forma parte de las dificultades en el país.
El senador Alfonso de Urresti, de Chile, aseveró que este encuentro en Tarija es una oportunidad para reflexionar sobre lo que sucede en el mundo debido a que la Inteligencia Artificial está avanzando a pasos agigantados.
«Esto va a impactar en toda la sociedad, la posibilidad de georeferencia en la minería, la sustitución de mano de obra, el almacenamiento de datos y otros aspectos que tendrán su efecto en nuestro territorio y comunidades», señaló De Urresti que participa en representación de la Comisión de Desafío del Futuro del Senado chileno.