400 transportistas bolivianos viven un “infierno” en el estacionamiento Avispón de la ciudad de San Antonio, perteneciente al departamento paraguayo Central, esperando cargar diésel hace casi un mes.
Los choferes bolivianos explican que el infierno que viven no solo es por el calor asfixiante provocado por las temperaturas que llegan hasta los 45 °C en la ciudad paraguaya, sino por el trato inhumano que reciben al estar fuera del país.
“Yo soy uno de los 100 afortunados que ya pudimos cargar combustible y que estamos viajando de regreso a Bolivia; sin embargo, aún hay 400 colegas varados allá (San Antonio) viviendo en condiciones precarias, incluso hay algunos que ya no tienen dinero ni para comprar comida”, dijo a EL DEBER uno de los transportistas que pidió mantener su nombre en reserva.
El boliviano comenta que dio entrevistas a medios paraguayos para denunciar que cinco conductores perdieron la vida en Paraguay por las deplorables condiciones en la que vivían, pero que ahora prefiere no identificarse porque al igual que sus compañeros, ya fue amedrentado por la empresa que contrata sus servicios.
Los baños estan cerca de la maleza
“Todos hemos sido amenazados y hay colegas que fueron identificados y les han anulado sus contratos, solamente por reclamar sus derechos. Ahora no podemos hablar por miedo a quedar sin trabajo y tenemos que aguantar mucho sufrimiento.
También señaló que en el estacionamiento de San Antonio no tienen electricidad y agua a su disposición todo el tiempo, además de que ni siquiera existe una lavandería para lavar sus ropas.
¿Cómo viven?
En las denuncias que los transportistas hicieron de manera anónima, mediante videos, relatan que solo existen cuatro baños y cuatro duchas en el estacionamiento Avispón para abastecer a 400 personas varadas desde hace un mes.
“No podemos refrescarnos pese a que las temperaturas ascienden a los 45°C, porque las duchas no abastecen. Pero eso no es todo, porque los baños están cerca de la maleza y no todos pueden usarlos porque igual no abastecen. Esto es peor que vivir en la cárcel”, lamentó.
Pero eso no es todo, los transportistas bolivianos no solo reciben amenazas de la empresa privada que los contrató, sino también de los guardias de seguridad del estacionamiento de la ciudad de San Antonio, quienes los tratan como “esclavos” pese a que pagan Bs 20 diarios por el garaje.
“Desde que denunciamos las condiciones inhumanas en las que vivimos no dejan entrar ni salir a nadie. No podemos grabar nada y sacaron del estacionamiento a las esposas que estaban con algunos choferes, ahora ellas no tienen donde dormir porque San Antonio es un pueblo que no tiene alojamientos y alquilan un cuarto, que por día cuesta hasta Bs 150”, lamentó otro transportista que también pidió no ser identificado.
Además, los bolivianos afectados denuncian que tienen que cocinar en medio de la maleza y que ya han encontrado una serpiente venenosa cuando almorzaban.