Mano propia ya vio la luz. Es una película boliviana que conjuga el buen cine y el buen periodismo. La crónica Tribus de la inquisición de Roberto Navia se ha volcado a la pantalla grande de la mano del director Gory Patiño. Una combinación extraordinaria de talento y sensibilidad que se refleja en una película conmovedora en la que se cuenta la historia de un linchamiento en Chapare, uno de tantos.
Tribus de la Inquisición ha ganado el premio de crónica periodística Pedro Rivero y también el premio Rey de España (uno de los más importantes en Hispanoamérica); además ha sido documental y se ha paseado por la alfombra roja de los premios Goya, ahora estará en un libro de cronistas latinoamericanos que se publicará en noruego. La película, que es la dramatización de este hecho, se estrenará el 19 de septiembre y está contada con respeto por el ser humano, por la familia de quien fue linchado.
“Tengo la grata sensación de que la película ha superado a la crónica”, dice Roberto Navia y complementa que Gori Patiño ha sabido llevarla al cine con arte, con mucha empatía, con humanidad, con una belleza maravillosa, con una música que es así de primerísimo nivel y con actores que son fascinantes.
Y Gory Patiño también reconoce que el filme y la conversación sobre él parte de la sensibilidad y el olfato periodístico de Roberto, que tuvo la capacidad de contar la historia.
¿Cómo nace la historia? Roberto recuerda que, tras la cobertura del hecho en Chapare, el año 2013, le llamó mucho la atención que, después de que enterraron a Roberto Ángel Antezana, la historia se calló y quedaron las viudas y los huérfanos solos, masticando su dolor. “Los cronistas llegamos tarde a los hechos”, dice una y otra vez para recordar que así fue que se contactó con las familias para escucharla y tejer la historia en muchos meses. “Lo que yo quería era que eso se sepa y hallar respuestas: ¿por qué se lincha en pleno siglo 21, por qué se lincha a dos cuadras de una carretera troncal y por qué se lincha y nadie hace nada?
La historia, sin duda conmovió y sigue conmoviendo. Gory Patiño leyó la crónica y sintonizó de inmediato. Vio que la historia tenía mucho potencial y se comunicó con Roberto para pedirle que le dé el honor de llevarla al cine. Ambos trabajaron juntos y el fruto de ese esfuerzo es una obra magistral en la pantalla grande.
Roberto dice que lloró al ver las escenas. “Vos estás ahí y ves esa escena de la madre con el hijo entre los brazos y entonces aparece la música y no te queda otra que entregarte y abrir las compuertas del llanto”. ÉL cree que es una sensación de esperanza porque a través del arte se puede llegar a todo el mundo y generar conciencia.
Es la historia de un linchamiento, pero no se la muestra desde la violencia, sino desde el dolor y el respeto por los personajes. “La película no es gráfica, no es una celebración de la de la violencia para nada”, asegura Gory Patiño. Cuenta que la historia ocurre dentro de los espectadores, que cuando la ven, se imaginan los hechos. Por eso resalta al elenco actoral que tuvo la carga de reproducir el dolor.
“Lo he contado desde el punto de vista de una familia que queda completamente rota Y yo creo que ahí ha conectado la gente porque todos tenemos familiares, conocemos a jóvenes y estos chicos volvían de pescar, pero en cinco minutos les cambió la vida”, asegura Gory.
La historia ocurrió en Chapare e investigarla fue duro por el acoso que sufrió el periodista, el fiscal investigador y la familia de las víctimas. La película fue filmada en Palos Blancos y Gory Patiño recuerda que la población acogió el proyecto, colaboró y hasta participó en la actuación. Por eso, él irá a entregar la película a la población, porque cree que el filme también es de ellos.
¿Un cambio en la realidad?
Este linchamiento ocurrió hace más de una década y, después, ha habido otros. ¿Cambiará algo con la película?
“Los cineastas, los que contamos historias no tenemos la solución a los problemas, pero podemos provocar un diálogo. Si esta película logra que la gente reflexione y hable sobre el abandono estatal que vive Bolivia, no solo en lugares remotos, sino también en barrios, donde ocurren este tipo de ajusticiamiento, yo me quedo tranquilo porque eso es lo que queremos nosotros”, asegura Gory Patiño.
Roberto Navia contó la historia desde el principio para que se sepa que estos hechos ocurren y ya ha traspasado las fronteras con todos los premios y proyectos internacionales sobre la crónica. “Sé del poder de la palabra y del poder del cine. Nosotros entregamos la historia y la sociedad la hace suya”, explicó y verbalizó su deseo de que esto cambie para siempre y que la sociedad provoque cambios.
Orgullosamente bolivianos
Gory Patiño es cineasta boliviano. Ha tenido formación y oportunidades en el extranjero, pero elige mostrar la realidad nacional en sus películas. “Es que éste es mi país, me siento bendecido de poder estrenar una película en épocas difíciles, me siento afortunado, me siento agradecido con todos empezando por Roberto, con mis productores ejecutivos, con mi elenco”, asegura.
A su vez Roberto cree que “Bolivia es el edén y Bolivia es el infierno. Donde vos mires, hay una historia y de verdad me siento muy afortunado de haber nacido en Bolivia”.
Mano propia se estrenará el 19 de septiembre. Los productores ejecutivos han sido Samuel Doria Medina y Leonel Fransezze.