Bolivia emitió un comunicado en el que consideró que “cualquier medida unilateral puede afectar la buena vecindad entre pueblos hermanos”.
Argentina lanzó oficialmente, este martes, la licitación para la construcción de una valla perimetral en la frontera con Bolivia con un límite de entrega de propuestas hasta el 4 de febrero. Además, el gobernador de la provincia argentina de Salta, Gustavo Sáenz, señaló que no tienen por qué dar explicaciones al Gobierno boliviano sobre su decisión.
“No tenemos por qué dar explicaciones sobre este tema. La frontera son 740 kilómetros. Estamos hablando de dos cuadras y media dentro de nuestra casa. No tenemos por qué explicarle a Bolivia lo que estamos haciendo”, dijo Sáenz en declaraciones al canal La Nación Más.
El muro de alambrado perimetral tendrá una longitud de aproximadamente 200 metros que recorrerá la frontera desde las instalaciones de migración argentina hasta la terminal de buses con el objetivo de combatir el contrabando y narcotráfico existente entre Aguas Blancas y el municipio de Bermejo, Bolivia.
El alambrado será de acero calibre 14 con rombos de 5 centímetros máximo. En la parte superior se colocarán tres hilos de alambre de púas y alambre concertina, reportó Urgente.bo.
“Con esta infraestructura, brindaremos mejores condiciones para una migración ordenada y segura, previniendo el contrabando y el tráfico ilegal, y fortaleciendo la economía local”, agregó Sáenz en su cuenta en X.
El Gobierno argentino desplegará más de 300 servidores policiales en la frontera para el control y vigilancia.
Por su lado, Bolivia rechazó la decisión del Gobierno argentino y la calificó negativamente por “vulnerar principios elementales del derecho internacional público y particularmente las relaciones de buena vecindad y convivencia pacífica que tenemos que tener entre estados hermanos”, mencionó Cesar Siles, ministro de Justicia.