El gerente de la aerolínea estatal informó que el motor fue instalado en junio de 2024 y aún tenía 4.000 vuelos de vida.
Tras que el pasado lunes el despegue del vuelo OB 648 de Boliviana de Aviación (BoA) abortó por problemas atribuidos a fallas de un motor en el aeropuerto Jorge Wilstermann de Cochabamba, la aerolínea estatal anunció que se somete a una auditoría internacional.
En medio de este hecho que generó pánico en los pasajeros y preocupación en la población en general, la diputada de Comunidad Ciudadana (CC), Janira Román, denunció que el motor de la aeronave CP-2923 que sufrió el percance se encontraba en proceso de reparación.
“Denunciamos que BoA puso en circulación una aeronave, cuyo motor estaba en proceso de reparación”, aseveró, a través de un video difundido en su cuenta X.
Tras ello, expuso un informe de justificación técnica, de fecha 19 de diciembre de 2024, en el que se recomienda, al responsable del Proceso de Contratación en el Exterior (RPCE), “que en cumplimientos a los procedimientos administrativos internos autorice la extensión del servicio de reparación del motor CFM56-7B22 número de serie ESN888870 de la aeronave B737-700 CP-2923 hasta el 31 de enero de 2025”.
Tras lamentar que BoA “puso en circulación un avión cuyo motor no estaba terminado de reparar”, pidió la destitución del gerente de la aerolínea estatal e instó a la Fiscalía a iniciar una “investigación de oficio”.
“El gerente de BoA, Ronald Casso, actuó de manera delincuencial al poner en operación un avión que no estaba en condiciones de volar. La Fiscalía debe actuar de oficio, ante este hecho criminal”, aseveró.
AUDITORIA
Sobre este mecanismo, se trata de la Auditoría de Seguridad Operacional (IOSA, por sus siglas en inglés) de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), informó en contacto con radio Erbol el gerente de BoA.
“Este mes de enero hemos iniciado una auditoria internacional que nos va a llevar dos a tres meses. Ya hay un equipo internacional dispuesto para hacer un examen de todo el sistema de BoA”, detalló, el titular de la estatal.
Información disponible en la página web de la IATA da cuenta que una IOSA está “diseñado para evaluar los sistemas de control y gestión operativa de una aerolínea”.
Por su parte, el gerente de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), José Iván García, anunció que el informe preliminar sobre el incidente que sufrió el avión de BoA estará listo en 30 días.
¿QUÉ PASÓ?
Pero, ¿Qué es lo que pasó con el avión de BoA en Cochabamba? En contacto con Red Uno, Casso relató que al momento de iniciar la carrera de despegue de la aeronave CP-2923, el piloto se percató, por información dispuesta en el panel de control de su cabina, de una falla en el motor derecho.
“En ese momento, él debe tomar una decisión de despegue o de detener el avión, dependiendo estrictamente de la velocidad que tiene en el momento. La decisión del piloto fue la correcta, es la que debía haberse hecho y es frenar y detener el avión”, señaló, Casso.
Tras el hecho, el avión fue remitido a un “laboratorio de análisis” para una “investigación detallada” destinada a explicar el origen de la falla del motor que fue instalado en junio de 2024 y aún tenía 4.000 vuelos de vida.
“Era un motor que no presentaba ningún indicio de falla, no tenía ninguna observación, lo cual nos preocupa aún más porque, obviamente, tenemos que hacer una investigación que puede tornarse compleja”, sumó Casso.