La sala constitucional primera, dirigida por los vocales, Alexis Angles y Carmiña Vera, decidió otorgar la razón a los diputados arcistas que demandaron a sus correligionarios evistas para que los dejen sesionar «sin escándalos». La diputada Deysi Choque dijo que también les autorizaron a tener seguridad dentro del hemiciclo para que la directiva no sea agredida.
“Una de las cosas también que hoy se ha dicho es que puede existir seguridad que preserve la integridad de la directiva, porque no es solamente una agresión verbal, psicológica, sino que también se llega a agresiones físicas y esto lógicamente puede generar otro tipo de hechos, con la violencia con la cual actúan”, declaró la legisladora.
De ese modo, el primer Órgano del Estado sesionará con presencia policial, como no ocurrió en los 42 años que lleva el país con gobiernos democráticos. Los arcistas, que son minoría en Diputados, consideran que de ese modo podrán acordar los proyectos demorados desde la legislatura de Jerges Mercado.
Las peleas en el hemiciclo parlamentario no sucedieron solo en este periodo, vienen desde mucho antes. Las pugnas eran por temas mucho más importantes como la distribución de escaños que se produjo en dos oportunidades. Pero el escándalo mayúsculo se produjo el 8 de noviembre, cuando se instalaba la sesión de honor para el informe anual del presidente.
El arcismo aprovechó el escándalo para trasladar su sesión a la plaza Murillo, donde ya estaba todo preparado para ese efecto. Pero los diputados evistas rechazan al presidente de la Cámara de Diputados, Omar Yujra de quién no reconocen su mandato.
Yujra fue electo en una sesión irregular el 6 de noviembre, cuando forzaron una elección que se le fue de las manos al entonces presidente, Israel Huaytari. Este declaró cuarto intermedio en la sesión y esperó a que salieran los diputados; entonces la vicepresidenta, Verónica Challco, convocó de nuevo a sesión, cerraron las puertas del hemiciclo para que no ingresaran los diputados y proclamaron la victoria de Omar Yujra.
Por esa maniobra los evistas, que pretendían la presidencia, advirtieron una y otra vez que no permitirían sesionar a Yujra y, ante el temor de ser agredido, como el 8 de noviembre, este decidió acudir a la justicia.