Anne Milgram, la administradora de la agencia antidroga de Estados Unidos (DEA), advirtió este viernes que ninguna autoridad puede considerarse “intocable” al momento de valorar la investigación que ejecutó su oficina para demostrar, ante la justicia de su país, la culpabilidad de Maximiliano Dávila, el último jefe antidroga de la era de Evo Morales en el poder (2019).
“Maximiliano Dávila Pérez debía luchar contra el narcotráfico, pero en lugar de eso lo alimentó. Convertir a una fuerza antinarcóticos en una máquina de tráfico de cocaína es una traición inaceptable. Que esta extradición sirva de advertencia: ningún funcionario corrupto es intocable, y la DEA no descansará hasta llevar a los criminales ante la justicia, sin importar dónde se escondan”, declaró la funcionaria en una declaración divulgada desde la oficina del fiscal de Nueva York que investigará a coronel de la Policía recientemente extraditado.
A través de un procedimiento que fue calificado de “alta prioridad”, Bolivia entregó el jueves 12 de diciembre a Dávila a las autoridades estadounidenses. Sucedió en el aeropuerto de El Alto. El Departamento de Estado envió hasta allí un avión ejecutivo para recogerlo. La nave llegó este viernes por la mañana a Nueva York tras varias paradas técnicas.
“Nuestro alcance es global, nuestra memoria es larga y no permitiremos que sigan inundando nuestro país con cocaína sin castigo”, afirmo por su lado el fiscal de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York, Damian Williams.
Dávila, de 60 años, llegó este 13 de diciembre a Nueva York y comparecerá ante la Honorable Jueza Robyn F. Tarnofsky. El caso ha sido asignado a la Jueza Denise L. Cote, del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos. Según las autoridades, su conducta representa una traición a los principios que debía defender como jefe de la agencia antinarcóticos boliviana.
Según las acusaciones, Dávila utilizó su cargo para facilitar actividades de narcotráfico a gran escala, desviando recursos oficiales para proteger y transportar cargamentos de cocaína. En julio de 2019, fue grabado mientras planeaba enviar más de una tonelada de cocaína a Estados Unidos desde Bolivia, utilizando aeródromos bajo su control y garantizando la seguridad de los cargamentos con oficiales armados de la FELCN.
A pesar de haber sido destituido en noviembre de 2019, Dávila continuó conspirando para importar toneladas de cocaína a los Estados Unidos, proporcionando protección armada para los envíos y organizando operaciones con co-conspiradores. Entre noviembre de 2019 y febrero de 2020, coordinó envíos de cocaína que incluían la entrega exitosa de una muestra de 10 kilogramos en Lima, Perú, en anticipación de cargamentos más grandes dirigidos a Nueva York.