Después del mediodía un funcionario del ministerio de la Presidencia llegó hasta la población de Ayo Ayo, donde la marcha evista había arribado. El objetivo del emisario era dejar la carta de invitación al diálogo de parte del Gobierno a Evo Morales. Sin embargo, la turba no solo atacó al enviado sino también al grupo de periodistas que intentaron cubrir ese hecho.
“Fuera, fuera”, “graban los que les conviene”, “hay infiltrados del gobierno”, vociferaban los simpatizantes de Morales, que bloquearon todo tipo de cobertura cuando se cansaron de corretear al funcionario que había llegado.
“Estamos haciendo nuestro trabajo”, “nosotros cumplimos con nuestro trabajo”, reclamaban los camarógrafos, principalmente, que fueron los que corrieron detrás de la turba y el funcionario que escapaba. Él intentó llegar hasta el lugar donde se supone que descansa Evo Morales y su plana mayor de la marcha.
La ministra de la Presidencia, María Nela Prada había convocado al diálogo la noche del jueves y había invitado a Morales, aunque no especificó si la invitación era solo para el expresidente o incluía a todo el grupo que le acompaña.
El dirigente Humberto Claros dijo que cualquier convocatoria a diálogo debe ser al “verdadero pacto de unidad”, que es el grupo afín a Evo Morales y que, si la invitación no iba dirigida a toda la dirigencia, no se aceptaría ninguna negociación.
Los medios de comunicación de la marcha, como radio Kausachun Coca y Soberanía, que siguen minuto a minuto la marcha, no mencionaron ni publicaron nada sobre el episodio de la agresión y, hasta las 17:30, Morales no se pronunció al respecto.
Morales solo hizo referencia a la entrega de la carta y dijo que llegó un funcionario y que buscaba provocar a los marchistas, queriendo leer la carta en vía pública.