En este momento, Defensa Civil monitorea La Paz y Cochabamba, donde existen probabilidades de deslizamientos en zonas “extremadamente críticas”.
Desde noviembre de 2024, las intensas lluvias han cobrado la vida de 16 personas y causado estragos en gran parte de Bolivia, según reportó este miércoles el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes. En una conferencia de prensa, la autoridad detalló la magnitud de los daños, incluyendo miles de familias afectadas, viviendas destruidas y alertas hidrológicas activadas en diversas regiones.
El caso más reciente de esta tragedia ocurrió el martes, cuando un bebé de ocho meses fue arrastrado por las aguas del río Piquendo en Alto Beni, La Paz. Este desgarrador incidente se suma a una serie de pérdidas humanas vinculadas a las inundaciones y deslizamientos de tierra que golpean al país.
Según los últimos datos, ocho de los nueve departamentos bolivianos han reportado problemas derivados de las luvias. Solo Oruro permanece exento de esta crisis. En el resto del país, ters municipios se han declarado en situaciones de desastre, y en total, 229 comunidades y 36 municipios enfrentan diversas afectaciones.
Calvimontes informó que hasta el numero de familias afectada asciende a más de 16 mil, reportando 355 viviendas dañadas y 194 completamente destruidas. Las ciudades de La Paz y Cochabamba están entre las más golpeadas, con inundaciones y desbordes de ríos que han generado constantes emergencias.
El viceministro Calvimontes también alertó sobre la situación climática actual, indicando que 282 municipios están bajo vigilancia debido al riesgo de crecida de ríos y posibles desbordes. “Las lluvias continúan afectando a varias regiones, y el panorama sigue siendo alarmante”, enfatizó.