La Policía volvió este lunes 16, al Chapare, bastión cocalero del expresidente Evo Morales, tras su retirada en octubre por amenazas durante el bloqueo carretero y las protestas lideradas por simpatizantes del exmandatario. Un contingente de unos 150 efectivos reanudó sus funciones en esta región del Trópico de Cochabamba, considerada una de las más conflictivas del país.
El viceministro de Seguridad Ciudadana, Roberto Ríos, confirmó que trabajadores de bancos y oficinas públicas también regresarán de forma paulatina a la zona, que permaneció sin servicios básicos de seguridad, administración pública y entidades financieras durante semanas.
El Chapare es señalado por informes oficiales como una de las principales regiones vinculadas al tráfico de cocaína en Bolivia. Según el Ministerio de Gobierno, la zona es clave en la producción y distribución de drogas. Durante la ausencia policial, la inseguridad incrementó, lo que obligó a las autoridades a acelerar el retorno.
El comandante de la Policía, Augusto Russo, explicó que el regreso fue posible tras un acuerdo con las autoridades municipales del Trópico. «Los alcaldes se comprometieron a mejorar las condiciones de trabajo para los efectivos con recursos del IDH, tal como establece la norma», indicó.
Según Russo, se evaluará un incremento de personal y equipamiento para responder a las necesidades de seguridad de la población.
Evo Morales y su enclave político
Morales, quien permanece en el Chapare bajo la protección de sindicatos cocaleros, enfrenta procesos judiciales por presunto abuso sexual y trata de personas. Desde su trinchera política, acusó al Gobierno de Luis Arce de usar los casos para eliminarlo como figura política.
El 29 de octubre, la Policía abandonó la región tras 24 días de bloqueos liderados por cocaleros. Las protestas dejaron heridos y buscaron presionar por el archivo de procesos contra Morales y su habilitación como candidato para las elecciones de 2025.