La economía boliviana enfrenta un nuevo desafío con la inflación anual de 2024 alcanzando un 9,97%, según el último reporte del Instituto Nacional de Estadística (INE). Este incremento triplica la proyección inicial del Gobierno, que había estimado un aumento del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de tan solo 3,60%.
Este nivel de inflación no se veía desde 2008, cuando se registró un 11,85%. Expertos advierten que el dato no solo refleja una economía en tensión, sino que también pone en tela de juicio las políticas públicas del Ejecutivo. El impacto de este fenómeno ya se siente en los hogares bolivianos, especialmente en los sectores más vulnerables, que enfrentan un aumento continuo en el costo de bienes y servicios esenciales.
¿Qué explica este aumento en la inflación?
De acuerdo con el INE, la inflación acumulada de 9,97% responde al aumento de precios en múltiples sectores clave:
- Alimentos y bebidas no alcohólicas
- Prendas de vestir y calzados
- Transporte
- Vivienda y servicios básicos
- Bebidas alcohólicas y tabaco
- Muebles, bienes y servicios domésticos
Uno de los factores determinantes, según el Gobierno, ha sido el impacto de eventos climáticos adversos en la producción agrícola. Fenómenos como sequías e inundaciones han reducido drásticamente la oferta de alimentos básicos, generando un alza en los precios. Sin embargo, economistas cuestionan que esta sea la única razón detrás del fenómeno.
Críticas a las cifras oficiales
Fernando Romero, presidente del Colegio de Economistas de Tarija, fue categórico al señalar inconsistencias en los datos oficiales. Según el experto, el porcentaje reportado por el INE parece haber sido ajustado para evitar llegar al temido umbral del 10%, que marcaría un escenario de inflación galopante con graves consecuencias económicas y políticas.
Romero argumenta que las cifras no reflejan la realidad que enfrentan los consumidores en los mercados. “El índice actual subestima el impacto de los productos de la canasta básica, como arroz, carne y papa, que tienen un peso reducido en la metodología del INE. Si se recalculara considerando estos productos, la inflación real estaría entre el 20% y el 30%”, explicó.
Causas estructurales y políticas de la inflación
El economista Germán Molina apunta a varios factores estructurales que han contribuido al aumento de la inflación:
- Gasto público desmedido: El Gobierno ha mantenido un nivel de gasto superior a los ingresos fiscales, generando un déficit insostenible que presiona los precios al alza.
- Tipo de cambio inestable: Aunque el tipo de cambio oficial sigue fijado en 6,97 bolivianos por dólar, la aparición de un mercado paralelo, donde el dólar se cotiza hasta en 11,50 bolivianos, ha generado incertidumbre en la economía.
- Políticas fiscales expansivas: El financiamiento del déficit mediante créditos del Banco Central y préstamos externos ha alimentado las presiones inflacionarias.
Molina enfatizó que la inflación afecta desproporcionadamente a los sectores de menores ingresos. “Este fenómeno, conocido como impuesto inflacionario, golpea con mayor fuerza a quienes ya tienen dificultades para cubrir sus necesidades básicas”, señaló.
El impacto político y social de los bloqueos
El Gobierno, a través de la Agencia Boliviana de Información (ABI), atribuye parte de la inflación a los bloqueos prolongados en regiones clave como Cochabamba. Entre enero y febrero de 2024, un bloqueo de 16 días generó pérdidas económicas superiores a $us 3.000 millones. Una situación similar ocurrió entre octubre y noviembre, con otro bloqueo de 24 días.
Estos bloqueos, organizados en parte por sectores afines al expresidente Evo Morales, aumentaron la presión sobre la cadena de suministro y los precios de los productos básicos. Según datos oficiales, los bloqueos elevaron la inflación en noviembre en un 1,45%, impulsando incrementos en alimentos, transporte y servicios básicos.
Proyecciones para 2025: más inflación en el horizonte
El Presupuesto General del Estado (PGE) para 2025 proyecta una inflación del 7,5%, más del doble de la meta inicial de 2024. Sin embargo, expertos temen que la cifra real pueda superar esta estimación si no se toman medidas correctivas.
Molina advierte que las políticas presupuestarias del Gobierno, que contemplan un gasto superior a la producción económica nacional, son insostenibles. “La continua financiación del déficit mediante créditos internos y externos seguirá alimentando la inflación, afectando la estabilidad económica del país a largo plazo”, indicó.
El impacto en los hogares bolivianos
Los efectos de la inflación ya son visibles en la vida cotidiana de los bolivianos. Los supermercados ajustan sus precios constantemente, generando incertidumbre tanto en consumidores como en vendedores. Según el INE, los sectores más afectados son los alimentos y bebidas no alcohólicas, que registraron incrementos significativos durante todo el año.
Para las familias de menores ingresos, el aumento del costo de vida ha complicado el acceso a bienes esenciales. Esta situación ha llevado a un deterioro en el poder adquisitivo y a un incremento en los niveles de pobreza, especialmente en áreas rurales.
¿Hay soluciones a la vista?
Expertos coinciden en que la estabilidad económica requiere medidas estructurales urgentes. Estas incluyen:
- Reducción del gasto público: Ajustar el presupuesto estatal para alinearlo con los ingresos fiscales.
- Estabilización del tipo de cambio: Eliminar la brecha entre el mercado oficial y el paralelo para reducir la incertidumbre en los precios.
- Diversificación económica: Promover sectores productivos más allá de los recursos naturales para reducir la dependencia externa.
Sin embargo, implementar estas medidas requerirá voluntad política y el consenso de diversos sectores.
Conclusión: un panorama incierto
El incremento de la inflación en 2024 marca un punto de inflexión para la economía boliviana. Mientras el Gobierno intenta justificar el fenómeno con factores externos como el cambio climático y los bloqueos, economistas alertan que las causas son más profundas y estructurales.
Con un presupuesto proyectado para 2025 que ya anticipa una inflación del 7,5%, el desafío será implementar políticas que restauren la confianza en la economía y protejan a los sectores más vulnerables.
En este contexto, el costo de vida seguirá siendo un tema central en el debate político y social de Bolivia, mientras los hogares luchan por adaptarse a una realidad económica cada vez más desafiante.