En Mato Grosso era conocido como ‘Iraque’, ‘Irak’ en castellano. Ingresó a territorio boliviano en varias ocasiones de manera ilegal o por pasos no autorizados, especialmente a través de San Matías en el departamento de Santa Cruz. Con apenas 27 años, Igor Oliveira de Campos, expulsado ayer desde Bolivia, ahora debe enfrentar cargos por haber planificado o ejecutado unos 20 asesinatos en territorio brasileño.
‘Irak’, líder del Primer Comando de la Capital (PCC) en el estado brasileño de Mato Grosso, había sido capturado el sábado 25 de noviembre en la zona norte de Santa Cruz de la Sierra. Estaba armado con pistolas para proyectiles de nueve milímetros y por eso fue acusado de “tenencia ilegal de armas”. Ayer, el juez noveno de Instrucción Penal, Roberto Arias, valoró el caso y ordenó su expulsión por vulnerar la normativa migratoria nacional.
La autoridad también dispuso prisión preventiva para otros cinco brasileños capturados el fin de semana. Del grupo, dos mujeres fueron enviadas al penal de Palmasola, mientras que los varones serán trasladados a Chonchocoro. Entre los detenidos estaba un conductor de taxi que fue liberado bajo medidas cautelares.
Una vez que concluyó la vista judicial, comenzó el operativo para trasladar a Irak hasta la frontera con Brasil. El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, dijo que ‘Irak’ debe “responder por las deudas con la justicia en su país. “No permitiremos que delincuentes que crean zozobra a la población se campeen libres en nuestro país”, apuntó la autoridad a través de sus redes sociales.
Entre el domingo y el martes, Del Castillo no presentó públicamente a los detenidos como suele hacer con otros sospechosos, porque la Policía había activado una alerta de seguridad ante la posibilidad de que ‘Irak’ sea “rescatado” por los otros integrantes del PCC que estarían operando.
Según reportes de la Policía Federal, el delincuente expulsado ayer era considerado un “reclutador de sicarios”. El mandamiento de aprehensión en su contra fue librado a fines de julio en la ciudad brasileña de Cáceres, donde existe una pelea entre el PCC y el Comando Vermelho para controlar el tráfico de cocaína de Bolivia y a Brasil, explicaron a EL DEBER fuentes cercanas a la investigación. Estos datos también se expusieron ayer durante la audiencia cautelar en la que se determinó la expulsión de Igor Oliveira. La vista judicial se dio bajo una vigilancia armada de agentes de seguridad.
La actitud de ‘Irak’ ante el juez fue evasiva y no quiso referirse a los cargos que pesaban en su contra, entre ellos el haber empleado una identidad falsa. El acusado exigió al juez que no lo llamen Igor porque, según dijo, no era él. “Señor juez, mi verdadero nombre es Caio Oderilson da Silva Duarte, solo eso quiero decir”, afirmó el brasileño en audiencia realizada en la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) de Santa Cruz.
La identidad de Caio Oderilson da Silva Duarte, según las certificaciones que presentó la Policía y que están respaldadas por reportes de la Policía Federal de Brasil es falsa. Además, reportes periodísticos y de la Policía Civil de Cáceres (Brasil) apuntan a Igor, alias ‘Irak’ como responsable de una ola de violencia tanto en territorio brasileño como en la zona fronteriza con Bolivia.
El resto de los acusados optó por guardar silencio y al final, tras escuchar las alegaciones de la defensa, el juez ordenó la “expulsión inmediata”, bajo la normativa vigente y las regulaciones de cooperación binacional que rigen con el gobierno de Brasil.
“Solo en el primer semestre de 2022, en la ciudad de Cáceres hubo 49 homicidios, la gran mayoría resultantes de guerra entre el PCC y el CV”, informó anoche la red RD de Mato Grosso. A la cédula del PCC que lideró ‘Irak’ también se le confiscaron 56 armas de fuego, según datos oficiales de la Secretaría de Seguridad Pública de Mato Grosso y reporte de la operación ‘Kraken’ que activó la Policía Civil de Mato Grosso.
Esas investigaciones identificaron que Igor Oliveira de Campos ejercería “el mando estatal del PCC” desde hace un año. Bajo su mando estaba Leandro da Silva Bernardes, alias ‘4E20’, quien actualmente está detenido, acusado de perpetrar ajustes de cuentas en esa región de frontera.
Ayer, tras un fin de semana de una vigilancia armada y permanente en las instalaciones de la Felcc, el hombre fuerte del PCC fue llevado hasta la fronteriza San Matías, a unos 600 kilómetros al noreste de Santa Cruz de la Sierra, en un helicóptero militar Superpuma que partió desde el aeropuerto El Trompillo. Todo esto en medio de medidas de seguridad a cargo del Daci y de otras fuerzas de la Policía.
Así, el ministro Del Castillo, junto con el comandante departamental de la Policía de Santa Cruz, Erik Holguín, entregaron al brasileño a la Policía Federal de Brasil pasadas las 17:00 de ayer.
La entrega se hizo en medio de un operativo coordinado entre Bolivia y Brasil, en el que se movieron más de 100 efectivos policiales con la finalidad de evitar que ‘Irak’, sea “rescatado” por miembros del PCC, pues esta información se manejaba desde que estaba en celdas de la Felcc.
La entrega tuvo lugar entre la comunidad San Juan de Corralito del municipio de San Matías y en la población brasileña de la Corixa de Cáceres. Allí se reunieron las dos fuerzas del orden y concretaron de manera exitosa la expulsión y entrega de Oliveira.
El jefe del PCC fue subido a un carro blindado de la Policía Federal y trasladado hasta el Estado de Mato Grosso, mientras era acompañado por un fuerte contingente policial brasileño que resguardó la frontera de Cáceres toda la tarde del miércoles. Participaron agentes de Inteligencia y de la Policía Civil.
El delegado de Policía Federal de Brasil, Marlo Oliveira, señaló que ese sujeto era buscado en su país por los delitos de organización criminal, tráfico de armas, tráfico de drogas y homicidio.
Además, señaló que el jefe del PCC tiene condena en Brasil por robo y que salió de la cárcel con arresto domiciliario, pero el año pasado se fugó para Bolivia a conformar una organización criminal, “la que se desbarató el fin de semana en la capital cruceña”.
Del Castillo anunció que se creará “un centro de control multipropósito” en la frontera que une San Matías y Cáceres con la finalidad de evitar que extranjeros ingresen al país a cometer hechos delictivos. En esa zona se han dado varios ajustes de cuentas.
Las operaciones del PCC en Bolivia no son recientes. En julio de 2017, una cédula criminal de esa organización perpetró el asalto a la joyería Eurochronos.
En marzo de 2020, el gobierno boliviano expulsó a otros tres integrantes del PCC que estaban en Bolivia, entre ellos Mariano Tardelli, cabecilla de una organización criminal que atracó un vehículo de Brinks en 2017.
En mayo de este año Europol cerró una investigación junto a Brasil sobre el tráfico de armas. En este caso, aparecieron vinculaciones entre el PCC y ‘Ndrangheta’ una de las mafias más grandes del mundo que controla casi todo el tráfico de cocaína en Europa y factura al menos $us 70.000 millones al año. Cuenta con intermediarios en toda América Latina para comprar droga al mejor precio y al contado. Entre los proveedores esta el PCC.