Los primeros 2030 días entre enero hasta la segunda semana de agosto de 2025, Bolivia se sumergirá en un mar de promesas electorales, tensiones sociales de al menos tres sectores si persiste y se agrava la crisis económica, y exigencias para cambiar el actual modelo económico.
EL DEBER consultó a políticos, analistas y al Gobierno central, cuáles son los principales desafíos del año del Bicentenario de Bolivia. Todos coinciden en que al menos los tres primeros trimestres se impondrá un escenario político electoral, el mismo que definirá el rumbo del país los próximos cinco años, en especial, en el ámbito económico.
Los actores consultados perfilan dos caminos: si en las elecciones generales gana el MAS, cualquiera sea la corriente, el modelo económico actual se mantendrá, pero si gana algún candidato de la oposición, su primera misión deberá ser cambiar este modelo, acompañado de una reestructuración del sistema democrático.
Con todo, el rumbo político y los resultados electorales del próximo año, determinarán el camino de Bolivia hacia 2030, sobre todo en el ámbito económico. No se concibe el uno sin el otro.
Las amenazas de tensiones
Diciembre de 2024 termina entre tensiones, estados de emergencia y anuncios de protestas. Sin nada que celebrar, se perfilan al menos tres sectores de la sociedad boliviana que están en aprestos de empezar el año con movilizaciones, entre ellos están los gremiales, los transportistas y las organizaciones afines a Evo Morales.
Los tres sectores anuncian por separado que la tensión será inminente en 2025, si el Gobierno del presidente Luis Arce no soluciona la crisis por el incremento en los productos de la canasta familiar, y si ejecuta las “acciones de control, fiscalización, confiscación y/o decomiso de productos” a los comerciantes, punto establecido en la disposición adicional séptima del proyecto de ley del Presupuesto General del Estado (PGE 2025), que entrará en vigencia este 1 de enero.
El dirigente gremial Toño Siñani, anunció que si el Gobierno “no quita” esa disposición adicional que afecta a los comerciantes minoristas, desde enero “vamos a salir a las calles” y para ello, “ya se están llevando cabildos a nivel nacional”.
El dirigente campesino del bloque evista, Pedro Llanque, dijo que el sector está en estado de emergencia y pidió a los campesinos “estar listos” desde enero.
“El mes de enero van a haber movilizaciones a nivel nacional de diferentes organizaciones. Hasta el momento, nosotros hemos calmado indicando a nuestras bases que el Gobierno seguro va a resolver el tema de la canasta familiar, pero no ha tenido voluntad”, anunció Llanque
De su lado, como efecto del incremento en el costo de vida, el sector del transporte público, anuncia también la subida en los pasajes en todas las ciudades capitales del país.
El secretario ejecutivo de la Confederación Sindical de Choferes, Lucio Gómez, aseguró que de nueve departamentos, en seis se acordó que desde enero habrá nivelación de pasajes. En Cochabamba ya se tocó el punto en el Comité de Transportes y sólo falta concretar la medida en Santa Cruz y La Paz con sus estudios técnicos. “Si no van a presentar estos estudios, con los datos que tiene cada federación, vamos a tener que emplatar (aplicar el incremento) a partir de enero”, dijo Gómez.
Escenario electoral
En el ámbito electoral que se desarrollará de forma paralela, el tema central de debate es el cambio del “modelo económico social comunitario productivo”, que impera desde la primera gestión de Evo Morales y continúa con el Gobierno de Luis Arce.
De las cinco voces consultadas por EL DEBER, cuatro coinciden en que el principal desafío es resolver la crisis económica y financiera y para ello ven que la única salida es un cambio estructural de sistema económico puesto que con el actual, la crisis persiste.
Para el político Carlos Börth, la solución de fondo y de largo plazo pasa por cambiar el modelo económico, por reordenar las finanzas públicas, por reordenar los procesos productivos, liberar las fuerzas de la iniciativa privada, más inversión extranjera directa y para eso hay que adoptar medidas jurídicas para realizar esas acciones.
“Es poco probable que el régimen masista enfrente esta realidad. Para adoptar estas medidas se requeriría cambios de fondo en el Gobierno y eso pasa por un triunfo en las elecciones de fuerzas diferentes al MAS”, afirmó.
El periodista, Andrés Gómez, afirmó que antes que pensar en un cambio de modelo económico, el principal desafío es “recuperar la democracia” y tener un sistema político transparente con reglas claras donde el protagonista sea el ciudadano y no un partido y los únicos beneficiados, sus militantes.
“Se debe recuperar la democracia. Sin sistema político transparente no funciona el sistema económico. No hay confianza. Para alcanzar este propósito, el MAS debe dejar el poder. También es necesario, elaborar un plan anticrisis y de reactivación; más ciudadano, menos Estado; transformar la justicia e invertir en la educación para pasar de la economía extractivista a la economía del conocimiento”, afirmó.
La historiadora y analista política, Sayuri Loza, coincide con los otros consultados al afirmar que el principal desafío en 2025 es resolver la crisis económica.
“Estamos como esa persona que se ha quedado desempleada, que tiene deudas y que encima tiene una familia numerosa que mantener. Ese es el principal reto que vamos a tener, sin olvidar la situación de la producción de arroz, carnes, huevos y aceite”, afirmó.
En el ámbito político, Loza señaló que el gran desafío es que el nuevo gobierno logre llegar a un consenso con todos los sectores. “El que ingrese al poder en 2025 va a tener que enfrentar a una clase política que mira más su interés propio que el bien común. Para hacer cambios estructurales en la economía se necesitan el consenso de los políticos. No creo que logremos hacerlo”.
En contraste, el exdiputado y viceministro de Defensa del Consumidor, Jorge Silva, coincidió en que los resultados de las elecciones generales definirán el rumbo económico del país los próximos años: si se mantiene el actual, o según su perspectiva, vuelve el “modelo neoliberal” que plantea la alianza opositora.
“Uno de los principales desafíos que tiene el país el próximo año es resolver el problema económico que hoy estamos atravesando, producto de diferentes factores, internos, externos que han incidido en los resultados económicos. La suma total de estos factores en el incremento de precios ha sido hábilmente utilizada por la oposición para cuestionar el modelo económico e imponer el modelo neoliberal al cual representan”, dijo Silva.
La diputada Toribia Lero agregó que a la crisis económica, se suma la corrupción y ausencia de valores y ética en todas las entidades del Estado que se traduce en la crisis del sistema judicial, el incremento del contrabando y del narcotráfico. Todo este sistema y cadena de ilegalidades constituyen en un gran desafío que debe encarar el próximo gobierno, afirmó Lero.
También hizo énfasis en el rol de los pueblos indígenas en los procesos electorales y señaló que a pesar de la Constitución que establece los derechos de las naciones indígenas, el gobierno del MAS aprobó leyes contrarias a sus valores.