En este 4 de julio, día de la independencia de Estados Unidos, conozca tres historias de bolivianos que decidieron salir de Bolivia en busca del sueño americano, y lo consiguieron.
Mucho trabajo, esfuerzo y valentía, son las características comunes en todos los casos. Un empresario de bienes raíces; una radialista y comunicadora, y una joven que apostó por la música y está a punto de lanzar su primer álbum fueron los elegidos, porque sacan la cara por el país, cada uno en sus rubros. Ellos representan a miles de compatriotas que residen en ese país, y que definitivamente ¡echan para adelante!
Gabriel Égüez ahora construye casas. La mayoría de sus clientes son cubanos
Primero vendía casas, ahora las construye
Gabriel Égüez nació en Santa Cruz y emigró a Estados Unidos el año 2000, en busca de nuevas oportunidades. “Mucha gente se marchó de Bolivia en ese tiempo. Yo quería mejores días, nadie se va porque está bien, yo necesitaba mejorar, por eso salí para buscar un futuro mejor”, reseña.
Se estableció en Naples, estado de Florida. Mientras trabajaba en una y otra cosa, se convirtió en el primer “realtor” en el área. “Es como un licenciado inmobiliario. Para vender casas, aquí debes obtener una autorización y uno de los requisitos es estudiar y ser graduado de esa carrera”.
Comenzó con la venta de casas y le fue muy bien, aunque confiesa que no fue un camino sencillo. “Ahora soy un constructor. Tengo un proyecto millonario que se basa en la construcción de dúplex, dos casas en una, y tenemos mucho éxito en eso. El 90% de nuestros actuales clientes son cubanos”.
Sonríe, y señala: “Pero debo decirle que yo le vendí casas a todos los bolivianos, habidos y por haber”, a quienes incluso les da ventajas, como 100% de financiamiento.
Una casa en Estados Unidos, dice, cuesta entre 350 y 500 mil dólares. “A un extranjero, yo le presto el 70%, y el cliente debe pagar como pie inicial el 30%. No interesa si tiene o no residencia”.
Tiene cuatro empleados. “La diferencia con Bolivia es que aquí construimos con empresas tercerizadas. Por ejemplo, yo contrato a los obreros, pero ellos no son mis empleados directos. Me animé a dar este salto, de solo vender casas a construirlas, luego de varios años de ganar experiencia y conocer el mercado”.
Considera que sí cumplió el “sueño americano”. “No voy a Bolivia hace tiempo, quise regresar en 2009, pero no me acostumbré. Mi país ya es Estados Unidos, pero ayudamos a todo el migrante que venga”, asegura.
Vive con su esposa y con sus cuatro hijos de 18, 14, 3 y 2 años, “todos ellos son gringuitos, nacieron aquí. Mi primera esposa fue americana. Conocí a la segunda en Santa Cruz, es boliviana y volví a este país con ella”.
Carmen Osorio dejó Bolivia hace 31 años. Ahora su programa cumplirá sus bodas de plata
Su programa radial dirigido a la comunidad boliviana cumplirá 25 años
Carmen Osorio y su esposo, el también comunicador Henry Llanos, tienen motivos para celebrar, porque este año cumplirá 25 años en el aire su programa radial Bolivia tierra querida.
Hace 31 años dejaron Bolivia con tres hijos pequeños y partieron en busca de trabajo y nuevas oportunidades. Los primeros meses ella se quedó en casa, porque su hija menor era muy pequeña para dejarla. “Después tuve la chance de trabajar cuidando a una persona mayor, con una familia americana muy linda. Luego se presentó la oportunidad de ingresar a la radio Borinquen, en AM 900. Fuimos personal de planta por muchos años hasta que la emisora cerró tras la muerte del propietario”.
En esos años, ella y su esposo se habían ligado mucho a la comunidad boliviana y latinoamericana, y allí se presentó la oportunidad de empezar con el programa “Bolivia tierra querida”.
Hace siete años aproximadamente, el programa sale solamente en plataforma digital, por Facebook y YouTube, principalmente. “Comenzamos con un programa de una hora, avanzamos a dos y ahora son tres horas, de 10:00 a 13:00. Abarca noticias, cultura, deporte, música y entrevistas. Todo sobre Bolivia, y sale todos los sábados”.
Los artistas más destacados del país, como Los Kjarkas, Zulma Yúgar y muchos otros pasan por el programa cuando están de gira y tocan suelo estadounidense. Hoy, este espacio se emite desde la casa de la familia. Ahora tenemos un segmento donde entrevistamos a especialistas para preparar a nuestra comunidad para las elecciones de 2025”. Carmen y Henry son conductores y productores.
El programa tiene audiencia en el área metropolitana donde viven, que comprende a Maryland, Washington y Virginia, “pero tenemos oyentes en Florida, Nueva York, New Jersey, Los Ángeles. A través de YouTube y Facebook nos siguen en muchas otras partes del mundo donde hay bolivianos”.
La idea es que “los hermanos que nos escuchan se transporten y sientan que están en Bolivia, ese es un logro importante, porque ninguna emisora tiene un segmento dedicado exclusivamente a un país. Nuestro objetivo es también que quienes nos escuchan, sean compatriotas o no, sepan exactamente lo que pasa en Bolivia, porque muchas de las noticias que se difunden en las redes sociales llegan distorsionadas”.
El programa no es el que sostiene a la familia, “no genera lo suficiente en lo económico, lo hacemos por amor. Yo trabajo en Radio Unida 920 am, con un talk show de noticias y entrevistas que va de 7:00 de la mañana a 10:00. Mi esposo en La Voz de América, que es del Gobierno”.
Sus hijos no son casados aún, pero los tres ya son profesionales. El mayor, Diego, estudió economía y administración de empresas, fue contratado por una entidad ligada al Gobierno; Mildreth es abogada y trabaja en un consorcio, está especializada en criminología; la menor, Fabiola, optó por Recursos Humanos y Hotelería, y apostó por un emprendimiento privado.
La página web www.boliviatierraquerida.com tiene tres portales que funcionan las 24 horas. Uno de ellos difunde sólo música boliviana con algunas pastillas que promocionan el turismo en nuestro país. Otro, en el que se puede escuchar baladas latinoamericanas y en la tercera los clásicos de los 80. Son tres radios que ya tienen 15 años de vigencia.
Ambos, Carmen y Hery, son maestros de ceremonias, hace 23 años presentan el festival boliviano que se realiza anualmente en Virginia. Esa también es una fuente de ingresos, a menos que se traten de eventos de ayuda social o gratuitos.
Valeria Peñaranda estudió música con beca completa en Berklee
Está a punto de cumplir un sueño, su primer álbum musical
Valeria Peñaranda salió del país a finales de 2015, porque ganó una beca para estudiar en Berklee College of Music, en Boston. Hace música desde que tenía 10 años, ahora tiene 30 y en poco tiempo lanzará su primer álbum.
Cuando era niña ingresó al Conservatorio, en La Paz, “estudié piano clásico por muchos años y luego canto popular y moderno. En Berklee mi especialidad fue producción y arreglos musicales. Al terminar me mudé a Miami, vivo aquí hace tres años, hice una maestría en composición para música de cine y producción en la Universidad de Miami”.
Está a punto de lanzar su primera producción que se llama Renacer. “Recientemente salió el primer sencillo que se llama Lento. Habla de experiencias personales. Tiene canciones con lírica de empoderamiento femenino, también de relaciones personales, enamoramiento y rupturas”.
La producción tiene colaboraciones de más de 30 músicos de distintos países: Bolivia, Estados Unidos, España, México, Colombia, Brasil, Chile, Argentina. Varios amigos, profesionales, súper músicos con los que grabé en estudios de Boston, y también de Miami”.
¿Cómo lo financió?, “le comento que muchas de las colaboraciones salieron porque a la mayoría de estas personas las conocí en mis años de estudio. Hicimos como intercambio de favores. No tuve sponsors, salió todo de mi bolsillo. A algunos de ellos y los estudios en ambas ciudades sí tuve que pagar, pero la mayoría fueron colaboraciones”.
Tiene una estrella, pero también pone muchísimo esfuerzo propio. Su maestría la sacó con una beca completa, “me contrataron como asistente de profesorado. Me pagaban por eso. Estudiaba y trabajaba. Ahora estoy en transición a la visa de artista. Va en proceso, pero la postulación está en marcha”.
Además, enseña piano y canto. “Doy clases particulares, y me va muy bien, lo hago al menos hace un par de años. Con la producción recibí un par de ofertas de trabajo para dar clases en el Miami Dade College. Realizo también trabajos independientes de producción con diferentes artistas locales. Así he financiado mi álbum”.
Vive con su novio, un analista financiero colombiano, “pero también está incursionando en el mundo de la música porque está aprendiendo a ser DJ. Es un gran apoyo”.
Se dirige a las personas que piensan apostar por el arte. “Creo que lo principal es creer en uno mismo. Es algo con lo que muchos músicos luchan diariamente. Es una carrera difícil, con muchas subidas y bajadas. Los inicios siempre son muy lentos. Hay que tener paciencia y saber que el principio será muy lento y que no vas a vivir de lujos, eso es importante. Conocimiento es poder, hay que llenarse de estas herramientas para que puedas valerte por ti mismo. La colaboración en la música es muy importante, como lo es tener contactos. Pero insisto, las herramientas de conocimiento irán siempre a tu favor. Creer en tu producto, esa es la clave”, concluye.