Rihanna ofreció un espectáculo repleto de éxitos en el descanso del partido que ganaron los Kansas City Chiefs sobre los Philadelphia Eagles, un triunfo que les otorgó su segundo título de la Liga Nacional de Fútbol Americano en cuatro temporadas.
Aunque se considera uno de los conciertos más prestigiosos en Estados Unidos, con una audiencia estimada de 190 millones de espectadores, las redes sociales se volvieron locas cuando la cantante reveló la presencia de un invitado especial inesperado, su bebé.
Más que el repertorio o la puesta en escena, lo más comentado de la actuación, la primera que Rihanna ofrecía en seis años, ha sido que bajo el holgado mono rojo que vestía se percibía claramente que está de nuevo embarazada. Hace nueve meses fue madre de un hijo con el rapero ASAP Rocky. El mono, por cierto, es un diseño exclusivo de la marca española Loewe.
"Cuando eres madre sientes que puedes conquistar el mundo y que puedes hacer cualquier cosa", había dicho esta semana Rihanna en una rueda de prensa de Apple Music, patrocinador del evento.
La participación de Rihanna, que no ha hecho cambio de ropa, era muy esperada: no solo es una de las mayores superventas musicales del siglo, sino que rechazó actuar en la Super Bowl de 2019 y criticó entonces a la NFL, en la resaca del caso Kaepernick.
Con un repertorio más dancepop que R&B, bailando y ejecutando las coreografías sin ejercitarse demasiado y con algunas partes vocales pregrabadas, Rihanna ha empezado cantando Bitch Better Have My Money, Where Have You Been, Only Girl (In the World), We Found Love y Rude Boy.
Las plataformas en las que estaban Rihanna y algunos de sus bailarines han tocado tierra y a lo largo del campo se ha desarrollado la parte principal de la actuación, en la que también ha interpretado Work, Wild Thoughts (de DJ Khaled), Pour It Up y dos versiones muy especiales, una de Kanye West (All of the Lights) y otra de Jay-Z (Run This Town).
Su actuación ha terminado de nuevo sobre una de las plataformas móviles. La cantante de 34 años ha unido dos de sus mayores éxitos: Umbrella y Diamonds.
Para mantener la relevancia en el pop de hoy, las estrellas necesitan generar estímulos de manera constante: una cascada continua de nueva música y de nuevas fotos y vídeos y de apariciones y de colaboraciones…
Sin embargo, habían pasado más de cinco años desde la última actuación de Rihanna, cuando interpretó una canción en la gala de los premios Grammy de 2018. Desde su último concierto habían pasado más de seis años: fue en noviembre de 2016, en el final de la gira de Anti. Muchísimo tiempo, sobre todo si se tiene en cuenta que la primera década de su carrera fue frenética: publicó ocho álbumes y encabezó siete grandes giras entre 2005 y 2016.
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