Hace 42 años ingresó al Departamento de Estado y, de acuerdo con la Fiscalía de los Estados Unidos, espiaba para Cuba hace 40. Se trata de Víctor Manuel Rocha, quien llegó a Bolivia en 2000 como representante de Washington, cuando ya ejecutaba operaciones encubiertas en favor de los intereses de La Habana. Fue detenido el 1 de diciembre por el FBI y ayer fue imputado en el estado de Miami; lloró ante un tribunal y mañana debe ver a un juez que puede decidir si lo detiene o no.
Rocha vivía ya jubilado en Miami tras cumplir con al menos 15 misiones diplomáticas para Estados Unidos. Una de ellas la desarrolló entre 2000 y 2002 en Bolivia. En ese tiempo fue amonestado en al menos dos ocasiones por las autoridades en la Cancillería boliviana por declarar sobre asuntos internos del país, especialmente sobre la producción de cocaína y el plan del gobierno de entonces de exportar gas a Estados Unidos, específicamente al mercado de California, a través de una alianza con la compañía Sempra Energy.
Eso sí, también habló sobre las elecciones de 2002, una de las más disputadas de la historia reciente y cuando Evo Morales obtuvo su primera victoria. Ayer, el expresidente Jorge Quiroga recordó ese episodio mientras que el ahora alcalde de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, recordó que esas declaraciones complicaron su proyección electoral para ser elegido presidente del país.
“Quiero recordar al electorado boliviano que si votan por aquellos que quieren que Bolivia vuelva a exportar cocaína, eso pondrá seriamente en peligro cualquier ayuda futura a Bolivia por parte de Estados Unidos”, mencionó a mediados de junio de 2002, en el contexto de la campaña electoral y en medio de un acto que organizó el gobierno de Quiroga, ascendido a la Presidencia tras la muerte de Hugo Banzer, el dictador que fue elegido en los comicios de 1997.
En alusión a Evo Morales, quien era diputado del MAS, Rocha señaló en un acto para promover el destino turístico del Chapare. “Ese aspirante a la Presidencia dijo, en su cierre de campaña, que -de ser gobierno- cerraría las oficinas de la DEA. Quiero recordarle al electorado boliviano que el mercado del gas de California está abierto a una Bolivia que salga del circuito de la coca y la cocaína. Bolivianos y bolivianas abran sus ojos; el futuro de sus hijos y de sus familias está en sus manos”, remarcó.
Tras esa declaración, al filo del silencio electoral de las elecciones que se realizaron el 30 de junio de 2002, Evo Morales agradeció a Rocha y nombró a Rocha “como el mejor jefe de campaña”. Por efecto de las reglas electorales, ya ningún otro candidato pudo responder, aunque la declaración fue irónica.
Morales, a través de sus redes sociales, no se refirió al tema electoral de 2002 y afirmó que Rocha “cayó en desgracia”.
Rocha comenzó su carrera en el Departamento de Estado en 1981. Desde entonces, ocupó cargos diplomáticos en México, República Dominicana y entre 1994 y 1994 fue director en el Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, con responsabilidad especial sobre Cuba. Se quedó en ese país hasta 1997 como parte de los responsables de la sección de intereses de EEUU en Cuba.
Antes de llegar a Bolivia, estuvo en Argentina. La acusación contra Rocha, un ciudadano norteamericano nacido en Colombia hace 73 años, detalla una serie de reuniones entre 2022 y 2023, con un agente encubierto del FBI, quien se hizo pasar por enlace de la inteligencia cubana. Ahí fue cuando finalmente confesó su papel.
Rocha describió y celebró su actividad como agente de la inteligencia cubana. A lo largo de las reuniones. Se refirió a Estados Unidos como “el enemigo” y elogió a Fidel Castro como el “Comandante”. La confesión fue leída ayer en una audiencia inicial. El exembajador puede ser procesado por alta traición a EEUU.