Tal como lo anunció, ayer el periodista Alejandro Entrambasaguas, publicó en El Debate supuestas pruebas contra Evo Morales por abuso sexual a menores, cuando era presidente.
Desde España, concedió una entrevista a EL DEBER y defendió la veracidad y seriedad de su investigación.
– ¿Cómo logra recibir información directamente de la Policía?
Yo no he dicho que la información me la haya dado la Policía, sino que la encontró la Policía y que altos cargos afines al MAS ordenaron ocultarla para proteger a Evo.
En cualquier caso, tenga en cuenta que fui yo quien desvelé los dos casos de abusos sexuales a niñas, que acorralan judicialmente al expresidente en estos momentos.
Me trasladé desde España a Bolivia en dos ocasiones y me recorrí prácticamente todo el país, en busca de las pruebas que posteriormente publiqué.
Durante estos años he mantenido el contacto con las fuentes que me ayudaron en su día, y por este motivo he podido seguir teniendo acceso a la información confidencial que he publicado ahora de nuevo.
– ¿Qué papel jugó la Fiscalía en estos casos, tomando en cuenta que es la entidad formal encargada de las investigaciones?
La Fiscalía, en Bolivia o en cualquier país, es un organismo imprescindible en la lucha contra los que cometen delitos. Sin embargo, yo mismo me pregunto por qué en 2020, cuando comencé a publicar los reportajes que hoy están nutriendo el cuaderno de investigaciones del Ministerio Público, no se hizo nada y ahora sí.
No obstante, lo importante es que se investigue, y sobre todo que no se permita que este asunto acabe en la impunidad. La fiscal departamental de Tarija, Sandra Gutiérrez, tiene un papel fundamental.
– ¿Ha podido corroborar la autenticidad de las fotos que se publican en su reportaje?
Las tres fotografías que he publicado en el reportaje de investigación (la primera de la chica llorando, y dando la voz de alarma a sus familiares; la segunda de su pierna con marcas moradas, fruto de haber recibido golpes; y la tercera con un charco de sangre) forman parte de un informe clasificado con el grado de secreto que la FELCC remitió en su día a la Fiscalía Departamental de La Paz. Los fiscales asignados al caso le dieron veracidad.
– ¿Cómo podemos constatar que las fotos tienen alguna vinculación con Evo Morales?
La Policía encuentra las fotografías de la agresión en el teléfono de la propia niña y descubre que las realiza estando con Evo en el palacete de Buenos Aires, donde vivió al huir del país tras las denuncias por fraude electoral.
El señalamiento a Evo por agresión fue una de las líneas de investigación de los agentes. Sin embargo, hubo superiores policiales afines al MAS que ordenaron tapar el asunto para que nunca llegara a los tribunales. Esto se ha mantenido oculto hasta que yo he conseguido las pruebas y las he publicado.
– ¿Cómo asegura que no hubo manipulación en los datos recibidos en estos casos?
Porque el procedimiento en el que la Policía intervino las imágenes fue totalmente transparente.
Detuvieron a una de las adolescentes que mantuvo una relación con Evo, se le requisó su teléfono, se volcó su contenido en un informe y se envió a la Fiscalía. Nadie impugnó el proceso nunca. Evo, pudiendo haberlo hecho, tampoco lo hizo. Al igual que tampoco quiere hacerse ahora una prueba de ADN para comprobar si embarazara a otra niña cuando tan solo tenía 14 años, como figura en el certificado de nacimiento de un bebé que publiqué.
– ¿Cómo se aseguró que eran evidentes, porque en este caso hay intereses políticos?
La política es una cosa y los tribunales son otra muy distinta. En democracia la ley es igual para todos y hay una independencia del poder judicial. Da igual cómo te llames, cuál sea tu poder adquisitivo o qué creencias religiosas tengas.
Por este motivo, Evo tiene que dar explicaciones en los tribunales, como ocurriría en el caso de otra persona a la que se denunciara por los mismos hechos.
En España, por ejemplo, en estos momentos la esposa y el hermano del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, están siendo investigados judicialmente por corrupción y están respondiendo ante los jueces y fiscales.
Evo está en paradero desconocido desde que se emitió la orden de aprehensión y no deja de amenazar con violencia en las calles si avanza la investigación contra él.
– ¿Qué verificaciones independientes o adicionales aplicó para evitar posibles sesgos?
Empecé a investigar este asunto porque me contactaban de manera masiva numerosos cargos del MAS que conocían y condenaban los abusos sexuales a las niñas del expresidente.
Mantendré sus identidades en el anonimato para siempre porque les di mi palabra de honor, pero si sus nombres llegaran a Evo… Es gente que ha visto con sus propios ojos estas aberraciones durante años y quiere que se sepa y que pague por ello.
– ¿Pudo conversar con alguna otra fuente que estuvo vinculada o estuvo cercana a Evo Morales en el periodo en el que pudieron suceder los delitos denunciados?
Por supuesto. En total, sumando el tiempo de los dos viajes que hice a Bolivia en 2019 y en 2020, estuve en el país casi seis meses. Durante ese tiempo conocí a gente de todo tipo. Tuve contacto con las personas que en ese momento dirigían el país en el ámbito político, empresarial, judicial y policial, y también con cualquier persona de la calle que me reconocía y que quería hablar conmigo. Eso me hizo abrir el abanico de fuentes de una manera espectacular.
– ¿Qué razones encontró la Policía para compartirle información tan sensible?
Vuelvo a decir que nunca he dicho que la información me la haya facilitado la Policía. En muchas ocasiones, las fuentes son personas comunes, normales y corrientes, que por razones de la vida, o simplemente por casualidad, han tenido acceso a documentación valiosa.
Cada fuente tiene su motivación. Algunos lo hacen por patriotismo, otros por venganza, pero todos tienen algo en común: la convicción de que el bien prevalezca sobre el mal.
– ¿Percibió algún interés o acciones que puedan mostrar una protección en favor de Evo?
Fue presidente durante casi 14 años. Eso le ha permitido ‘parasitar’ las instituciones, colocando a personas de su confianza en todos lados. Aun así, si abusó sexualmente de niñas durante estos años, ha sido porque contó con una red de ayuda para hacerlo.
He desvelado que tenía un militar que ejercía de “conseguidor de ñustitas”, y que a cambio le prometió hacerle ministro. También que hubo gente que lo sabía y actuó. Algunos de ellos fueron Álvaro García Linera, Carlos Romero, Sacha Llorenti, Andrónico Rodríguez o Leonardo Loza, entre otros. A ellos también se les tendría que pedir explicaciones porque fueron necesarios para que se pudiera dar el delito de estupro.
– ¿Por qué cree que la Policía emitió estos informes justo ahora?
Los informes se emitieron hace cuatro años, pero no ha sido hasta ahora cuando tuve acceso a ellos.
– ¿Tuvo contactos con algún responsable del Gobierno de Arce sobre estas denuncias que se conocen justo al final al término de su mandato?
Si lo he tenido no puedo revelarlo. Como periodista de investigación, es mi deber hablar con todas las personas que me puedan aportar información relevante.
– ¿Qué pruebas o evidencias le mostraron sus fuentes sobre el uso de la casa en Achumani, el local nocturno y la Casa Grande del Pueblo, como los escenarios donde se habría cometido el estupro?
Para trazar las ubicaciones exactas donde Evo llevaba a cabo los abusos sexuales a las niñas, ha sido imprescindible la colaboración de varios de los escoltas que tuvo durante su última etapa como presidente.
– ¿Cuál es la percepción sobre Evo Morales en Europa después de este escándalo?
En España y en la mayoría de países europeos, la imagen de Evo es pésima desde hace muchos años. Es el prototipo de populista que se perpetró en él hasta convertirse en un autócrata. Pero, sin duda, los casos de abuso sexual a niñas ha sido lapidario para su imagen.
Dice que no se siente seguro en Bolivia y, sin embargo, ningún mandatario extranjero le invita a que se vaya a vivir fuera. No es casual que ya nadie quiera recibirle.
– ¿Cree que pueda repercutir en una investigación mayor, más allá de la pelea política?
En este punto, esta situación solo puede y debe ser resuelta en los tribunales. Los jueces y los fiscales tienen la obligación de llegar hasta el final, caiga quien caiga.
– ¿Qué opina de la denuncia de atentado que ha dado a conocer hoy Evo Morales?
Todo apunta a que ha sido montaje, pero saldremos de dudas tras la investigación policial.
Yo avisé públicamente hace dos semanas del día exacto en que iba a publicar las pruebas y, casualmente, justo ese día ocurre esto. El victimismo en forma de falsos atentados es una táctica vieja que repiten sin cesar de manera periódica todos los tiranos del mundo.