Son los superhéroes reales. Los padres desempeñan un papel crucial en el desarrollo de los hijos, ya que con sus acciones y ejemplo modelan conductas que traspasan las generaciones. No solo son los proveedores del hogar, sino que cada vez están más presentes en la vida de sus hijos y más comprometidos e involucrados en su crianza.
Así lo siente Carlos Vaca, que está convencido que con la entrega y el ejemplo se consigue la solidez que necesitan los hijos para consolidar sus metas y formar sus hogares.
José Mario Cruz Flores aprovecha el paseo con su hijo Gian Lucas Cruz Cabrera
“A los hijos se les enseña más con el ejemplo que con las palabras, por eso no es fácil ser un padre ejemplar, pero uno intenta dar lo mejor para que los chicos también sean buenas personas y conformen hogares sólidos”, indica.
Asegura que un padre trata de evitar cualquier sufrimiento a sus hijos, pero no siempre se logra. “Nadie enseña a ser padres, pero uno intenta ayudarlos a ser mejores personas, a darles más tiempo, por encima del cansancio y de las preocupaciones”, resalta.
Para la psicopedagoga Nadia Rocabado “la figura paterna es importante porque, mediante su presencia y acciones, va enseñando y moldeando la conducta de los hijos. Con su ejemplo, estos aprenden valores como la responsabilidad, compromiso y respeto, que en futuro logran proyectar en su vida de padres y de pareja”.
“Por eso, es necesario roles comprometidos, partícipes, sanos y amorosos, los mismos que se espera que sean replicados por los hijos para conformar una sociedad más comprometida y equilibrada”, añade.
La psicóloga Liz Benadives coincide en que la presencia del papá es esencial en el desarrollo emocional y en la seguridad afectiva de los niños. A pesar de que los roles han ido cambiando, el padre sigue siendo la figura protectora y guía para sus hijos. “Con sus cuidados y atenciones, los niños adquieren ese sentimiento de valía, desarrollan la confianza y la autoestima”, dice.
“El padre también modela el respeto, pone límites y desarrolla la empatía por los demás, pues los niños son como esponja, asimilan todo lo que ven en la cotidianidad, y todo esto se refleja también en la vida adulta”, agrega.
Benavides indica que el modelo masculino positivo es tan importante porque ayuda a promover y reforzar los buenos comportamientos. Así lo confirman algunas investigaciones, que muestran que los niños con padres más implicados tienden a tener menos problemas de comportamiento y de control de los impulsos, una mayor capacidad de atención y un mayor nivel de sociabilidad, dice la profesional.
Según un estudio realizado por la Fundación Más Humano, los padres están más presentes en la vida de sus hijos de lo que se piensa. Según una encuesta, el 71 por ciento de los jóvenes asegura que la figura de su padre está presente en su vida diaria.
Los roles
Desde las compras, los trasladados al colegio, las tareas hasta los controles médicos ahora son realizados por la figura paterna. Y es que el rol del padre también ha ido sufriendo transformaciones a través del tiempo y ahora el progenitor está más presente en la vida familiar y en el desempeño de las tareas.
Camilo Suárez tiene 50 años y siempre ha estado involucrado en las tareas cotidianas de sus cuatro hijos. Los lleva al colegio muy temprano, antes de ir al trabajo. Luego debe coordinar sus actividades para que le alcance el tiempo para recogerlos. Por la tarde, no solo les ayuda en las tareas, sino que también se abre espacio para llevarlos a sus actividades deportivas. Esto alivia a su esposa, porque ella tiene un horario mucho más riguroso en el trabajo y no podría cumplir con esos roles.
La psicóloga Rocabado señala que la vida moderna y las nuevas realidades han cambiado los roles tradicionales de padres proveedores hasta ser partícipes e involucrarse en la formación de los hijos y en las tareas domésticas. “Es así que se puede encontrar ahora padres que cocinan para toda la familia, participan de la limpieza de la casa, de las compras de la canasta familiar, hacen tareas con los hijos, asisten a las reuniones con los profesores, y llevan y traen a los hijos de las actividades extraescolares”, dice.
La Fundación Más Humano señala que durante muchos años se ha tenido presente la figura del padre dedicada en cuerpo y alma al trabajo, así como la madre dedicada a la familia; sin embargo, la sociedad comienza a tener conciencia de la importancia de la corresponsabilidad familiar para mantener un equilibrio entre la vida laboral y personal y que repercute directamente a la base familiar.
Y esto se ha visto más desde la pandemia, cuando el encierro llevó a los papás a estar más presentes en el hogar e involucrarse en las tareas domésticas.
Organizar el tiempo
La psicóloga Rocabado indica que estos roles más activos llevan muchas veces a los padres a ser presos del estrés. “Para poder lidiar con esto es necesario que el papá, al igual que en su trabajo, desarrolle rutinas y hábitos dentro de una planificación diaria”, dice.
Aconseja acordar tareas y actividades con la mamá, involucrar a los hijos más grande con las responsabilidades acorde a su edad, orientar a los hijos con las tareas, de tal manera que puedan llegar a tener un desenvolvimiento autónomo.
“Organizar la casa de tal manera que también quede espacio para el ocio y el descanso para sí mismo, siendo importante establecer una actividad con la familia, practicar un deporte y en lo posible evitar asumir compromisos o tareas laborales que consuman más tiempo de lo debido”, recomienda la profesional.
En Bolivia hay 1.872.000 padres de familia.
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