El coronel Yerko Terán, Jefe de la Unidad de Patrullaje Rural (Umopar) de Chimoré, en el trópico de Cochabamba, dijo ayer que debe declarar ante la Fiscalía por el robo de un millón de dólares durante una acción directa de policías de tránsito en Santa Cruz. Dijo denunció este hecho que tuvo lugar el 12 de enero y que no hubo una respuesta rápida en la Policía.
“Temo por mi vida, porque tal vez hemos afectado muchos intereses con esta denuncia”, declaró ayer a medios de prensa de Cochabamba, donde cumple un arresto por una falta disciplinaria, precisamente, por este caso. El oficial aseguró que entregó videos y otras evidencias al subdirector de Tránsito en Santa Cruz, el coronel Erlan Monasterios, y lamentó que no se haya actuado con prontitud para resolver el origen del dinero.
Terán está siendo investigado por ser “intermediario” para que se investigue el origen del dinero. “La investigación la he hecho yo, pero no es para que digan que soy el narcotraficante, que yo soy el dueño del dinero, por favor”, dijo.
Recordó que un “doctor Gutiérrez” se contactó con él para denunciar que dos policías de Tránsito le habían confiscado un millón de dólares el 12 de enero. Días después, la Policía recuperó $us 843.500 de esa operación. El viceministro de Gobierno, Jhonny Aguilera reveló que ese dinero fue retirado de una agencia del banco Santander en Chile en Iquique, una ciudad al norte de Chile.
“En los allanamientos en el marco del caso robo millonario se encontraron, en la casa Óscar Gutiérrez, teléfonos satelitales y datos de nuevos implicados que deben declarar. Asimismo, se estableció que el coche identificado en el operativo está a nombre de Sheila Pereira Zeballos, el motorizado fue registrado por un sujeto que realizó el mismo proceso en un vehículo que corresponde a la organización de Marset. Asimismo, el dinero ingresó desde el país vecino de Chile, de manera ilegal”, afirmó en conferencia de prensa.
Gutiérrez, la persona que buscó la devolución de ese dinero a través del coronel Terán, fue acusado por contrabando de dinero y legitimación de ganancias ilícitas.
Pero la Policía busca ahora al ciudadano que aparece como el propietario del motorizado, una Lexus de alta gama, donde se transportaba el dinero. Además, existen otras personas que aún deben ser ubicadas por este caso.
“Temo por mi vida, porque no se trata de 10 Bolivianos, temo por mi libertad; también temo perder mi trabajo y que me den de baja de la Policía por todos los informes distorsionados”, remarcó Terán.