Miles de funcionarios públicos y organizaciones sociales concentrados en La Ceja de El Alto, desde las 07:00, bajaron hacia la ciudad de La Paz para mostrar su respaldo a Luis Arce en una multitudinaria marcha en defensa de la democracia, como la denominó la organización.
En su discurso, el presidente Luis Arce dijo que se intenta ocultar que hubo un intento de golpe; mientras que el vicepresidente, David Choquehuanca llamó “excompañero” a Evo Morales y lo señaló como comandante de los desestabilizadores.
“Solo la derecha y el fascismo han tratado de encubrir con falsos discursos prefabricados que no hubo golpe de estado ese día, solo la derecha y el fascismo han tratado de ocultar los verdaderos objetivos e intenciones que se tenía con el golpe de estado”, dijo Arce a sus entusiastas interlocutores que abarrotaron la plaza Murillo.
El 26 de junio el general Juan José Zúñiga protagonizó un asalto militar en la plaza Murillo. Las versiones cercanas al oficialismo califican la asonada como un golpe de estado; mientras que líderes de oposición, como Evo Morales, tienen dudas de lo sucedido en las tres horas que duró esa toma.
“Contra todo pronóstico, cruzando ríos de sangre y quebrando su lugar en la historia, el excompañero de lucha Evo Morales ejerce de comandante de la ‘troika’ opositora, asistido por su grupo de fanáticos, es evidente hermanos que la ‘troika’ opositora pretende sumar debilidades de Camacho con la debilidad de Mesa y el desgaste de Evo, para mostrar fuerza que no son más que tres debilidades unidas”, dijo el vicepresidente en un discurso reiterativo.
Las organizaciones afines al Gobierno encabezaron la columna que bajó desde la ciudad de El Alto y que se sumó a tres desfiles escolares -por la gesta del 16 de julio- que se realizaron en la sede de Gobierno. Circular por La Paz fue una misión imposible con una urbe colapsada. En la marcha se observó a gente con prendas alusivas a oficinas estatales.
Gorras del ministerio de Hidrocarburos o Entel; chamarras de Emapa, ministerio de Desarrollo Rural; los “guerreros azules” del ministerio de Obras Públicas; los propios ministros encabezando sus ministerios, la participación de los funcionarios era abierta.
Los grupos musicales y los encendidos discursos de defensa del gobierno tuvieron el apoyo de los medios estatales de comunicación que realizaron una transmisión “en vivo” desde la concentración hasta el acto central en plaza Murillo.