«Este es un elemento más que cambia el escenario mediático», dijo Raúl Peñaranda, presidente de la Asociación de Periodistas de La Paz, sobre la compra del diario Los Tiempos por el Grupo Valdivia.
Recordó, además, el cierre de Página Siete, al que tildó de «doloroso para todos», y admitió que Los Tiempos fue sometido a «multas, presiones, presencia de inspectores, asfixia».
Asimismo, recordó otro aspecto que afecta a los medios tradicionales, y que tiene que ver con cambios en los hábitos de lectura.
«Mucha gente se arrepintió de no haberse suscrito (a Página Siete), y qué pena que nos hubiéramos acostumbrado a no pagar por la información. Antes la gente valoraba esa información y ahora es más difícil. El lector debe entender que un periódico necesita esos ingresos, y que si no pone de su parte esas voces libres se irán», agregó.
También reconoció que los medios tradicionales están pasando por una crisis muy severa y que cuando un medio es adquirido, suelen darse cambios. «Lamentablemente, como ocurrió con La Razón, que hace diez años prometió independencia, claramente no ha sido así», dijo, aludiendo al enfoque de las noticias cuando claramente se tenía «tremenda» emergencia ambiental.
«Ojalá me equivoque y que en un año veamos que Los Tiempos sigue siendo el buen periódico de tantas décadas, pero otros ejemplo demuestran que no es así, y un caso concreto es La Razón», apuntó.
Premio a la Libertad de Expresión
Este 5 de diciembre se entregarán varios reconocimientos, en el marco del Premio Nacional de Periodismo, y la directora de Los Tiempos, Luz Marina Canelas, será una de las galardonadas.
«Una de las medallas de la Asociación de Periodistas era para Los Tiempos por sus 80 años. Después del anuncio se conoció el cambio y el directorio reflexionó. En el fondo lo que se premia es además el pasado, la herencia, tantos años de periodismo, pero también a ella como directora y persona, esa es la decisión que se tomó», aseveró Peñaranda.
Disconformidad
En sus redes sociales, Luz Marina Canelas dio a conocer su sorpresa, y también su molestia, por la venta de Los Tiempos.
«La repentina venta y transferencia del 100% de acciones al Grupo Valdivia ha sido un balde de agua fría para muchos, y peor para mí, la considerada ‘última Canelas’ que luchaba por mantener a este gran periódico LIBRE de toda inferencia política, partidaria e ideológica; albergando más bien pluralismo y apertura a cuantas voces aparezcan, e impulsando un camino a la sana democracia que tanta falta nos hace», posteó.
Canelas dijo que su conciencia y su alma están tranquilas, ya que hizo todo a su alcance para mantener vivo a Los Tiempos, incluso en «terapia intensiva».
Recalcó que fue un quinquenio lleno de hechos ingratos que la fortalecieron, aunque el más fuerte resultó la «deslealtad familiar, que llegó como un balazo por la espalda ya en repetidas ocasiones».
A pocas horas de haber recibido la noticia del Premio Nacional Ana María Romero de Campero a la Libertad de Expresión, dijo que lloró de emoción, y albergó la esperanza de que la nominación aportaría a consolidar un esperado financiamiento para mantenerse en circulación.
«Al contrario, recibí un audio que me paralizaba, ‘comunicándome’ la venta del periódico. Casi causó un pre infarto a mi padre Enrique Canelas, y a mí me devastó. Largas y angustiantes horas de vida, mezcla de decepción, desesperación, rabia, e indomable frustración», dijo, agregando otra serie de problemas.
La compra
El Grupo Empresarial Valdivia, liderado por el exdiputado del Movimiento Al Socialismo (MAS) y empresario Juan Valdivia, ha adquirido el 100% de las acciones de la Editorial Canelas, casa matriz del diario Los Tiempos de Cochabamba.
Entre las presiones contra el periódico, en su momento se denunció la exclusión de la pauta publicitaria estatal, dispuesta desde hace años para asfixiar económicamente al periódico, los controles impositivos permanentes, que son poco usuales, la intervención de la Autoridad de Fiscalización de Empresas, atribuyéndole deudas multimillonarias, y las acciones “infundadas” de la justicia, que obstaculizaron la venta de sus bienes improductivos.
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