En plena crisis económica, las organizaciones sociales defensoras del expresidente Evo Morales, investigado por presunto estupro, continúan bloqueando algunas carreteras, aunque los puntos de conflicto se redujeron tras los operativos de desbloqueo.
La medida de presión se mantiene desde el pasado 14 de octubre y –según el mapa de transitabilidad de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), actualizado hasta las 08:11 de este martes– en 14 sitios todavía hay bloqueos instalados, que mantienen incomunicado al departamento de Cochabamba con el oriente y el sur del país.
El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, confirmó que continuarán los operativos policiales de desbloqueo (que en algunos casos se ejecutan con el apoyo de militares) y que los “grupos irregulares no triunfarán”.
En los operativos de desbloqueo de carreteras, decenas de personas (la gran mayoría policías) fueron heridas y también decenas de bloqueadores fueron detenidos.
Pero, “saludamos a nuestros hermanos de los sectores sociales que se dan cuenta poco a poco que no pueden seguir siendo utilizados por un sujeto que solo piensa en sí mismo y en restaurar sus privilegios”, escribió Del Castillo en sus redes sociales.
En medio de este debilitamiento del conflicto evista, el expresidente Morales y algunos de sus allegados intensificaron sus pedidos de diálogo, aunque, sólo hasta hace algunos días, varios de los dirigentes bloqueadores descartaban cualquier posibilidad de negociación porque decían que ahora sólo quieren la renuncia del presidente Luis Arce.
La ministra de la Presidencia, María Nela Prada, ratificó el sábado que el Gobierno tiene “voluntad de diálogo”, pero aclaró que sólo sobre “temas que atañen al Poder Ejecutivo y no a otros órganos del Estado”.
Pero otros actores de la política, como el exministro Fernando López, expresaron que ¡no se negocia con terroristas!”.