En la ruta principal del norte argentino aparecen unos tinglados improvisados y una entrada a una taparán todos los autos repletos de bolsas para reiniciar el rito de los bagayeros que cargarán los bultos por casi tres kilómetros por un camino polvoriento y bajo 40 grados de calor con la intención de pasar el control aduanero.
El norte de la provincia de Salta, a la altura de la localidad de Aguas Blancas, se ha convertido desde hace años en una zona caliente por el contrabando de mercadería y el tráfico de drogas. De hecho, estas son dos de las principales actividades económicas del departamento de Orán. Estas zonas argentinas limitan con Bermejo.
En el río Bermejo, que es el límite natural entre Bolivia y Argentina en esta zona, hay gomones que son utilizados por los bagayeros para cruzar por los pasos clandestinos cuando las aguas del río están crecidas. Las personas que se dedican a esta actividad se encargan de ingresar a Argentina mercadería ilegal, principalmente desde la ciudad de Bermejo. Luego, los productos son vendidos en distintas ferias del vecino país.
La jornada laboral de los bagayeros comienza a las cuatro de la mañana, momento en que cruzan a Bolivia donde los esperan lo que ellos llaman “patrones”, quienes les entregan los bultos con ropa, zapatillas, juguetes, u otros productos. No obstante, es habitual que los narcos también utilicen esta modalidad irregular para ingresar droga a la Argentina.
Bagayeros en Argentina
En Aguas Blancas hay poco más de 2.000 “bagayeros” argentinos, que se suman a otros 500 bolivianos que también operan en ambos cruces. Para un pueblo de cerca de 5.000 habitantes, la actividad supone la principal fuente de ingresos.
En 2019, la ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, intentó implementar junto con el exgobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey un régimen para “blanquear” la actividad de los bagayeros. El convenio denominaba “micro importadores” a los hombres que pasan mercadería por la frontera e imponía un tope de 500 dólares por bulto.
José debe atravesar 2.000 metros cargando en la espalda una bolsa enorme que pesa al menos 80 kilos. En el paquete lleva ropa y zapatos desde Bermejo (Tarija), hasta la localidad de Aguas Blancas. Hace el mismo recorrido hasta diez veces al día cruzando el río Bermejo a pie, que le cubre el agua hasta encima de su cintura. Muchas veces también lo hace en gomones, que son embarcaciones rústicas para cruzar el afluente cuando está crecido. En los bultos hay mercadería ilegal, que incluso puede llegar a ser droga.
“El comercio ha escaseado porque las divisas norteamericanas (dólares) no se pueden conseguir al precio que se conseguían antes, de 6,96 bolivianos, pero ahora está por encima de los 10 bolivianos. Y la moneda americana es importante, porque en Argentina algunos productos se pagan con dólares, por ejemplo, el aceite, pero ahora al comprar dólares casi no conviene, porque ya se encarece”, afirmó Juan Llanque, dirigente de los bagayeros en Yacuiba.
Lo mismo sucede en Bermejo, donde el comercio dio la vuelta.