El mensaje previo a la presentación de los resultados del censo fue un mensaje del presidente Luis Arce con que valoró la opinión de los organismos internacionales sobre los resultados del censo. Sucedió el miércoles sin un atisbo sobre los datos, aunque desde Santa Cruz —la región más poblada de Bolivia— demandaron transparencia al Instituto Nacional de Estadística (INE). Ayer se conoció el primer informe del gran conteo nacional y las cifras fueron abucheadas. Las instituciones cruceñas esperaban que se oficialice el registro de al menos cuatro millones de habitantes que proyectó el Insituto Cruceño de Estadística, pero el dato fue mucho menor: 3.115.386 en Santa Cruz de los 11.312.620 que se reportaron en Bolivia.
“No aceptamos estos resultados preliminares del Censo de Población dados por el INE; continuamos demandando acceso y transparencia a la información para que nuestra institucionalidad técnica tenga las herramientas de valoración real, porque hay muchas variables a considerar, entre ellas una alta omisión censal e incoherencia en las tasas de crecimiento intercensal publicadas por el propio INE”, dijo ayer el gobernador, Mario Aguilera. Fue el detonante. Tras fijar esa postura, el Comité pro Santa Cruz y el mismo alcalde Jhonny Fernández rechazaron los nuevos números. Se esperaba un conteo mayor para acceder a más recursos y por lo menos dos diputaciones. Hay una migración interna que se siente en Santa Cruz, pero también se acentúo la migración al exterior.
En contrapartida, para el Gobierno existe una estrategia de “desinformación” con fines políticos y así varios voceros salieron ayer para defender la gran encuesta “como la mejor de Bolivia”. La ministra de la Presidencia, María Nela Prada, aseguró que el paso siguiente será la divulgación de la información oficial del censo en mesas de “socialización”. Aseguró que se pondrán sobre la mesa todos los datos necesarios.
Tras la presentación, también surgió el criterio del “envejecimiento” de la población, esto por la tendencia mundial de la población más joven de privilegiar su formación académica y otros logros antes que formar familia con varios hijos. Al menos este fue uno de los criterios analizados durante la reunión de Arce con gobernadores y representantes de los municipios en el contexto del Consejo Nacional Autonómico (CNA).
“En los últimos 70 años hemos hecho seis censos y durante esos periodos intercensales, que han sido de aproximadamente 14 años, la población creció a un ritmo de dos millones de habitantes. En este último periodo, que es de 12 años, ha crecido en un millón de habitantes, lo cual va también en sintonía con lo que está pasando en el mundo, con lo que pasa ahora con nuestros jóvenes. Antes era normal que una familia esté compuesta por siete, ocho miembros. Después bajó a cinco, a cuatro. Hoy día nadie quiere tener más de un hijo, dos hijos, máximo. Y los chicos esperan hasta después de los 30 años para tener hijos. Por lo tanto, son indicadores de los cuales Bolivia no está exenta y es lo que está pasando en el mundo. Nuestro crecimiento poblacional está en el 2,1%. Estamos casi a los niveles de los países europeos, que crecen a un 2% y que tienen una población con muy pocos jóvenes y con mucha gente adulta”, señaló ayer el gobernador de Tarija, Óscar Montes tras la reunión que se desarrolló en la Casa Grande del Pueblo y donde se presentaron los datos del conteo poblacional aplicado el pasado 23 de marzo.
Proyecciones y tendencias
Ayer, tras la presentación de los primeros datos del censo, saltó el primer ingrediente para la polémica. Los 11,3 millones que oficializó el INE es una cifra menor a la proyección que esa misma institución hizo para 2022. De hecho, la entidad proyectó para ese año 12 millones de habitantes y 3,4 millones para Santa Cruz.
Así, el INE proyectó que este 2024 Bolivia tendría 1.015.632 más habitantes de lo presentado. Supone un 9% más de los datos entregados ayer. Las tablas de proyección anualizadas elaboradas por el personal técnico del INE estimaban, para este año, 12.332.252.
En la línea del gobernador Montes, el alcalde de La Paz, Iván Arias, cree que la baja tasa de natalidad pudo haber golpeado al resultado del conteo final.
“Hay un cambio en la percepción de los jóvenes, no tienen hijos, o sea, o tienen muy tardíamente. También tengo que entender que puede haber factores, como por ejemplo la pandemia, que ha generado una alta mortandad y el otro problema que me está preocupando es que, quizá, la migración al exterior es mayor de la que nos estamos imaginando. Ese dato todavía no lo tenemos. De repente, íbamos a ser 13 millones, pero tal vez dos se han ido afuera”, dijo el alcalde paceño.
La Paz, la sede de Gobierno de Bolivia, reportó una pérdida de más de 10.000 habitantes. Además, ha sido superada por El Alto, la urbe vecina de la capital, cuya tendencia de crecimiento es la segunda después de Santa Cruz, a pesar de la reducción reportada.
“Yo no estoy de acuerdo con esos datos, realmente me siento decepcionada, frustrada; esos no son los datos, no cuadran los números”, afirmó ayer la alcaldesa de El Alto, Eva Copa. “La proyección que tenía el INE para nuestro país era aproximadamente 13 millones, pero ahora dice 11 millones”.
“No puede ser que la ciudad haya crecido solamente al 10, 8%. Eso no condice con la realidad de los barrios que tenemos”, afirmó el alcalde de Santa Cruz, Jhonny Fernández. Dijo que pedirá explicaciones para esclarecer las dudas que surgieron con esos datos.
El INE anunció que, a partir de esta semana y durante un año, los datos de la gran encuesta se conocerán progresivamente; incluidos los de migración y natalidad.
“Aunque la población aumentó, el crecimiento natural superó al crecimiento poblacional observado. Esto sugiere que, además de la migración hacia otras regiones del país, la emigración al extranjero también ha desempeñado un papel en la desaceleración del crecimiento demográfico” apuntó Carlos Aranda, investigador del Centro de Estudios Populi. El experto pidió la mayor honestidad para explicar estas variables y así evitar “la confrontación”.