Debido a los incendios forestales que se registran en al menos cuatro departamentos del país y las bajas penas contra responsables, el Gobierno declaró una pausa ambiental indefinida y envió al Legislativo un proyecto de ley para endurecer hasta 12 años la pena de cárcel contra quienes activen siniestros en bosques, tierras forestales, reservas protegidas, tierras fiscales humedales o pastizales.
A través del Decreto Supremo 5225, se declaró pausa ambiental ecológica en toda Bolivia e implica anular y negar sin plazo las autorizaciones de quemas de la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ABT) y declarar “no disponibles” por cinco años las tierras fiscales afectadas por quemas e incendios hasta su restauración y posterior utilización.
“El Ministerio de Defensa y el Ministerio de Gobierno, a través de las instancias correspondientes, reforzarán el resguardo de áreas protegidas y reservas forestales a nivel nacional”, establece el artículo 5, del decreto aprobado en reunión de gabinete presidido por el presidente Luis Arce.
Sanciones más drásticas para los que provoquen los incendios
Entre tanto, las autoridades nacionales confirmaron que un proyecto de ley enviado al Legislativo para su aprobación busca endurecer las penas de cárcel contra los autores de las quemas e incendios forestales.
De acuerdo a la propuesta, la persona que promueve un incendio que afecte bosques, tierras forestales, reservas protegidas, tierras fiscales, humedales o pastizales puede ser condenado con entre 6 y 13 años de cárcel.
También se prevé condenas de 5 a 7 años de cárcel contra quien o quienes orden o se beneficien “con la ejecución del incendio forestal”. Este proyecto de ley implica modificar el Código Penal.
La actual legislación contiene penas leves contra los responsables de causar incendios forestales. Recientemente fueron liberadas cuatro personas que fueron encontradas con combustible para incendios forestales en las zonas de incendios en Santa Cruz, y otra persona se benefició con un juicio abreviado y su libertad, aunque con la orden judicial de sembrar 100 plantines.