La Fiscalía ya presentó la imputación contra los dos militares que son acusados del homicidio del capitán de infantería del Comando Estratégico Operacional de Lucha Contra el Contrabando (CEO-LCC), Juan Pablo Romero Miranda, y pide la detención preventiva de ambos en la cárcel.
“Se está solicitando la detención preventiva por el lapso de seis meses, mientras continúan las investigaciones para llegar a la verdad material”, dijo Aldo Morales, fiscal departamental de Oruro a los medios de comunicación.
Los dos militares aprehendidos son los sargentos Emilio Seferino A., y Sergio F. C., quienes han sido imputados por la presunta comisión del delito de homicidio, contra el capitán Juan Pablo Romero. Los tres pertenecen al CEO-LCC.
Este hecho se registró en la localidad de Pisiga, frontera con Chile, el lunes 22 de enero, pero recién fue reportado a la Policía un día después. En primera instancia, los sargentos señalaron que fueron emboscados por contrabandistas, pero esta información fue descartada, luego de que se hallaron contradicciones entre las declaraciones, los exámenes forenses y la escena del crimen.
La nueva hipótesis que la Fiscalía maneja es que pudo haber existido una discusión entre el capitán y sus dos subalternos, porque estos se negaron a seguir las órdenes de continuar con el patrullaje en la zona fronteriza.
“El capitán habría bajado del vehículo, a objeto de verificar por qué no querían avanzar y es cuando él habría sido atropellado, son circunstancias de una hipótesis que maneja el Ministerio Público, a mérito de todos los elementos de convicción que han sido colectados”, indicó Morales a Cadena A.
La autopsia reveló que el capitán Juan Pablo Romero Miranda fue atropellado y ahora se presume que sus subalternos están involucrados.
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