Tiene solo 36 años y su vida pende de un hilo porque su expareja la apuñaló 12 veces dejándola gravemente herida. Dormía cuando su agresor la obligó a salir fuera de casa, donde la atacó con un cuchillo y ahora lucha desde la unidad de terapia intensiva del hospital Japonés. Tienen cuatro hijos en común.
Los feminicidios siguen atentando contra la vida de las mujeres y destruyendo hogares. Entre 1 de enero y el 30 de junio de 2024, 45 mujeres han perdido la vida y 63 estuvieron punto de morir debido a graves lesiones, según datos de la Fiscalía General del Estado, recogidos por la Fundación Voces Libres y el Observatorio de Justicia. Detrás de estos casos, están las otras víctimas: los hijos que quedan en la orfandad, que suman 51 en el primer semestre del año. Quedan sin madres, pero también sin padres porque los agresores son enviados a la cárcel.
De acuerdo con los datos oficiales, los casos de feminicidios fueron registrados en La Paz (11), en Cochabamba (10), en Santa Cruz (9), en Tarija (5), en Potosí (3), en Oruro (3), en Chuquisaca (2) y en Beni (2).
En cuanto a las edades de las víctimas, a la mayoría les apagaron la vida siendo jóvenes: 27 tenían entre 13 y 30 años, 11 entre 31 y 40 años, tres entre 41 y 50 años; y cuatro entre 51 y 70 años.
Las instituciones que trabajan en defensa de los derechos de las mujeres lamentan la crueldad de los ataques. 21 víctimas fueron estranguladas, diez asesinadas a golpes, nueve apuñaladas, a tres les dispararon y en otros dos casos aún se investiga como murieron.
En la mayoría de los casos los feminicidas son sus parejas, exparejas o novios. En 15 casos eran sus convivientes, en 12 sus enamorados, en cuatro sus exconvivientes, en tres sus esposos, en uno su amigo y en otro el yerno y la hijastra.
De total de casos, 26 están en etapa preparatoria de juicio, 14 ya tienen sentencia ejecutoriada, dos están en etapa preliminar y dos tienen resolución de rechazo en apelación.
El primer trimestre del año, en el país 63 mujeres también estuvieron a punto de perder la vida por intento de feminicidio, según datos de la Fiscalía General del Estado. Mientras que en el mismo periodo del año pasado hubo 92.
Los casos fueron reportados en La Paz (18), en Cochabamba (12), en Santa Cruz (9), en Chuquisaca (8), en Tarija (7), en Oruro (4), en Potosí (3) y en Beni (2).
En la mayoría de los casos, las mujeres se salvaron por la intervención de una tercera persona. “La intención de sus atacantes era matarlas, pero por circunstancias ajenas a su voluntad, las víctimas sobrevivieron a estrangulamientos, múltiples puñaladas y a brutales golpizas en la cabeza y el vientre”, dice el informe de Voces Libres.
Al respecto, la directora de la Fiscalía Especializada en Delitos Contra la Vida y la Integridad Personal, Elizabeth Viveros Guzmán, señaló que “el compromiso del Ministerio Público es la investigación oportuna de estos hechos que laceran y enlutan a familias bolivianas, asimismo, la priorización de estos casos a través de la movilización del equipo multidisciplinario de la Fiscalía Especializada en Delitos Contra la Vida para su resolución”.
De acuerdo con los registros, el equipo multidisciplinario de la Fiscalía Especializada en Delitos Contra la Vida acudió a la escena de los hechos y un 90,90% de los casos identificó al autor, se los procesó y cumplen detención preventiva o sentencia condenatoria en los distintos recintos penitenciarios del país.
En anteriores gestiones
La Fiscalía General del Estado informó que el país cerró la gestión 2023 con 81 feminicidios registrados en La Paz (23), Santa Cruz (20), Cochabamba (12), Potosí (9), Beni (6), Tarija (4), Oruro (3), Chuquisaca (3) y Pando (1). Además, se registraron 25 infanticidios.
Según los datos de la Fiscalía General, en 2020 se registraron 113 feminicidios, el 2021 cerró con 108, mientras que en el 2022 los casos llegaron a 94 y en 2023 se atendieron 81.
Piden parar con la muerte de mujeres. Foto: Fundación Voces Libres
Los huérfanos
Los reportes también muestran que en Bolivia 51 niños, niñas, adolescentes y jóvenes han quedado huérfanos por los feminicidios ocurridos entre el 1 de enero y el 17 de junio de 2024, de acuerdo a un recuento preliminar de la Alianza por los Huérfanos de Feminicidio en Bolivia y el Observatorio de Exigibilidad de los Derechos de las Mujeres.
Los datos son preliminares porque se basan en la revisión de publicaciones en los medios de comunicación respecto a cada feminicidio.
El 14 de junio, Irma Morales Pacheco, de 30 años, fue estrangulada por su concubino, Ponciano Alanes Mamani, cuando discutían a bordo de un vehículo. El taxista metió el cadáver de Irma en una bolsa y luego al maletero del carro, con la intención de arrojarlo en algún barranco, pero fue interceptado y capturado por policías que hacían una inspección de rutina en Sipe Sipe. Irma dejó a cinco hijos en la orfandad: una adolescente de 14, tres niñas de 10, 4 y 3 y un niño de 8.
El equipo de profesionales de Voces Libres, que brinda apoyo y asesoramiento legal a las víctimas, asegura que muchas veces pasan por uno de los momentos más difíciles que es comunicar a los niños que su mamá ya no volvería más con ellos. En el caso de Irma, su hija de 14 se quebró en llanto y tuvo que ser sostenida todo el tiempo. La niña de 10 y el niño de 8 también lloraron en brazos de Lirio, la profesional en psicología. Las niñas más pequeñas recibieron el mensaje de que su mami se fue al cielo, pero, por su edad, no comprendieron aún la magnitud de la pérdida.
Las profesionales señalan que, lamentablemente, el doloroso proceso no termina con el entierro. Las secuelas que dejan los feminicidios en los hijos de las víctimas son muy profundas. Muchos de ellos desarrollan fobia, ansiedad, falta de apetito, déficit de atención, desconcentración, descontrol de esfínteres, tristeza, ataques de ira y depresión. Necesitan apoyo psicológico, pedagógico y de trabajo social por mucho tiempo, insisten las profesionales de apoyo de la institución.
Por eso, el 11 de abril de este año, la Alianza por los Huérfanos de Feminicidio en Bolivia presentó un proyecto de ley para garantizar la atención, protección y reparación del daño sufrido a los huérfanos de feminicidio en Bolivia.
ALGUNAS DE LAS VÍCTIMAS
La mató dentro de un camión
El 23 de junio, Alexander C.S., un chofer de 37 años, mató a golpes a su pareja de 39, dentro de su vehículo estacionado en un garaje público. El hecho ocurrió en la comunidad de Campo Pajoso, Yacuiba, Tarija. Un niño quedó en la orfandad. La fiscal departamental de Tarija, Sandra Gutiérrez, detalló que Cayo llegó en un tractocamión desde Santa Cruz y se encontró con su pareja en un garaje, donde ambos compartieron bebidas alcohólicas.
De acuerdo a un informe policial, Marina B.C. descubrió en el celular de Alexander unos mensajes de otra mujer y le reclamó. El hombre la golpeó en el volante del camión. La autopsia legal determinó que la causa de muerte fue un trauma encefalocraneal cerrado por una hemorragia policontusa, debido a los golpes recibidos en la cara y la cabeza. El agresor fue detenido preventivamente.
Fue apuñalada varias veces
Gabriela Vásquez Amurrio, de 30 años, fue apuñalada varias veces por su expareja en Tiquipaya y tras una lucha de siete días, internada en terapia intensiva del Hospital Viedma perdió la vida. La mujer dejó en la orfandad a una adolescente de 14 años y a un niño de 6.
“Mi hija vivía en una casona que alquilaba cuartos en Tiquipaya. Ahí conoció a Moisés M.P., se hicieron amigos y después intentaron una relación, pero no funcionó. Mi hija me contó que hace seis meses terminó con él porque era un loco celoso y se vinieron a vivir conmigo, pero yo soy chofer, viajo mucho y en mi casa no hay energía eléctrica. Gabriela me dijo que iba a volver a su cuarto alquilado porque su hijito menor necesitaba luz para hacer sus tareas, por eso volvió a ese lugar y ahí me le ha atacado, hay testigos”, declaró Clemente Vásquez, el padre de Gabriela.
Gabriela limpiaba casas, era ayudante de cocina, estaba haciendo cursos para ser chef y el lunes 10 de junio, algunos amigos de su entorno laboral y de estudios estaban en el patio, charlando con ella y compartiendo un queque. Ella subió a la segunda planta y al pasar por el baño fue sorprendida por Moisés que la estaba esperando con un cuchillo. La atacó sin piedad, intentó degollarla, pero ella puso su antebrazo para defenderse y la hirió allí. Luego la apuñaló en la espalda y otras partes. El agresor se encerró en el baño. Los amigos de Gabriela corrieron a auxiliarla y llamaron a la Policía que tuvo que gasificar dentro de ese ambiente para obligar a Moisés a abrir la puerta. Cuando los efectivos ingresaron, lo sorprendieron hiriéndose con el cuchillo, por lo que también fue internado en el Hospital Viedma.
Encontraron sus restos
El 17 de junio en Tarija se identificaron restos óseos hallados en San Isidro, Tarija, pertenecían a Singry Paco, una farmacéutica que era buscada desde el Carnaval. Su odontóloga verificó que se trataba de ella. Su exnovio fue imputado y está detenido preventivamente.
Dejó a tres niños
Un hombre de 37 años, en Sorata, acabó con la vida de su esposa CHG, de 32 años y madre de tres niños. José Fernando R.V., de 37 años, relató que la madrugada del 20 de junio, mientras discutían la estranguló. Luego decidió entregarse a las autoridades.
Fue asesinada en su habitación
El 21 de junio, la teniente de navío María Griselda Borda Orellana fue asesinada en su habitación y el principal sospechoso es otro militar con el que tenía una relación sentimental.
Su concubino le quitó la vida
Patricia M.S.E. (32) murió por shock hipovolémico, traumatismo penetrante en el muslo derecho ocasionado por herida punzocortante. Su concubino, Fernando E.U. de 26 años, fue aprehendido por el delito de feminicidio. El hecho se registró el 3 de julio en la ciudad de Oruro. La pareja consumió bebidas alcohólicas y tuvieron una discusión.
Por pedir asistencia familiar
Jhoselyn Carballo Ramírez, de 24 años, fue asesinada el 4 de junio en Melga, Sacaba, por su exesposo José Waldo Chura Quiroga, cuando reclamaba por la asistencia familiar para las hijas de ambos, dos niñas de 7 y 9 años que quedaron en la orfandad. Fuente: Voces Libres.