Estudiantes de secundaria de 8 establecimientos educativos produjeron 700 kilos de compostaje o abono natural, en base a 2 mil toneladas de residuos o basura orgánica, dentro un programa efectuado por EMAT y el municipio.
“Estos ocho colegios en estos seis meses han trabajado con 2 mil toneladas de residuos orgánicos, eso se ha transformado en 700 kilogramos de compostaje”, confirmó el Director de EMAT, Waldo Romero, al indicar que la relación es más o menos 3 a 1.
“Si procesamos 3 kilos de residuos orgánicos vamos a recuperar un kilo de compostaje”, añadió al destacar los objetivos alcanzados por el programa que abre la posibilidad de disminuir la cantidad de basura o residuos que se producen en la ciudad.
El director sostuvo que es importante el trabajo efectuado porque muestra cómo puede reducirse la cantidad de residuos que se produce a diario en la ciudad y elaborar productos que pueden utilizarse en la misma ciudad.
En el caso de los establecimientos educativos generan un producto que se comercializará y que se convertirá en ingresos económicos para ellos mismos, “a través de la economía circular, hacer que los establecimientos generen sus propios recursos”.
El compos es un abono orgánico, elaborado en base a residuos orgánicos, ecológico que se puede utilizar en las plantaciones de árboles, de plantas, para el césped, que todos los lugares áridos existentes en el valle central, puedan volverse jardines, acotó.
“Además de ganar plata, hacer reforestación y que se haga más verde Tarija”, acotó al admitir que también puede usarse para la producción de alimentos como el tomate, cuidando de que el compostaje no este contaminado.
Respecto el abono producido en el programa desarrollado por EMAT dijo que en algunos casos los alumnos participantes están vendiendo el abono producido para ellos, en otros los están utilizando en la reforestación de su misma unidad educativa.
Otros lo llevarán para reforestar otras zonas, “nosotros ya hemos cumplido con enseñar, con transmitir los conocimientos aprehendidos con la cooperación japonesa, de revalorización de los residuos orgánicos”, destacó Romero.
LOS DATOS
El método utilizado para la transmisión de conocimientos es llamado “takakura”, cada alumno llevó el residuo orgánico que se produce en su casa para transformarlo en abono, el 2024 podría ampliarse este tipo de trabajo, dijo.
La presentación del abono se dio en un acto especial donde se destacó el programa efectuado por EMAT, decenas de estudiantes mostraron las diferentes facetas que conlleva el producir este tipo de producto, que es un fertilizante.