El excomandante de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB) Marcelo Zegarra amplió su declaración ante los fiscales de materia. En esta nueva declaración, Zegarra, que permanece aprehendido, ofreció más detalles sobre la operación militar contra Palacio Quemado.
«Nos dijo que le acompañemos para tener una conversación con el presidente», explica Zegarra al inicio de su declaración. Al igual que en su primera confesión, detalla las personas que se reunieron con el general Juan José Zúñiga en su oficina del Alto Mando Militar.
De acuerdo al texto redactado por la Fiscalía, el excomandante de las Fuerzas Armadas explicó a Juan Arnez y a Marcelo Zegarra, «en voz baja» y en una mesa aparte, que «basta de las humillaciones a las FF.AA.
Antes de cerrar esta primera reunión, Zúñiga les adelantó: «es el momento de tomar el poder». Para ello, y hasta ese momento, las 12:30 del miércoles 26 de junio, el excomandante había dispuesto el acuartelamiento de las tropas mientras coordinaba la operación militar.
La declaración del excomandante de la FAB sigue detallando cómo se sucedieron los acontecimientos ese miércoles. Zúñiga explicó algunos detalles de los operativos. En este momento, ya se encontraban en la mesa otras personas como militares en servicio pasivo y responsables de otras unidades del ejército.
En la pizarra, relata Zegarra, se mostraba el plan. Zúñiga refirió que «si tenemos éxito» se lograría el apoyo de «la embajada de Estados Unidos, la embajada de Libia, de la Unión Europea, la Policía Nacional y los militares jubilados», todo esto según el testimonio ampliado ante la Fiscalía.
Nuevo gobierno
Antes de salir del Alto Mando Militar, Zúñiga aludió al nuevo gabinete de ministros. El propio Zúñiga, se lee en la declaración, sería el nuevo presidente. El general retirado Tomás Héctor Peña y Lillo se convertiría en el ministro de Defensa y el Coronel Calderón asumiría la cartera de ministro de la Presidencia. Arnez y Zegarra se mantendrían como comandantes del Alto Mando Militar.
En ese momento, Peña y Lillo aseguró que «este gobierno tiene que ser la salvación», en alusión al nuevo ejecutivo que pretendían posesionar.
El relato del excomandante de la FAB refiere la frenética acción que se desarrolló en el despacho del general Zúñiga. Las conversaciones entre los militares que estaban en esa mesa eran confusas. Alguien le informó a Zúñiga que no todas las tropas se habían movilizado, lo que podría perjudicar el plan inicial.
Zegarra insiste en el desconocimiento que tenía del operativo. No obstante, apunta a otros militares como los coordinadores de las acciones. Entre los diálogos que Zegarra destaca recoge algunas afirmaciones que atribuye a Zúñiga. «Es ahora o nunca», afirmó el excomandante de las FF.AA al recibir la información desde plaza Murillo.
A pesar de que no todo estaba listo, explica Zegarra, Zúñiga optó por seguir con el plan hacia adelante. «Ni modo, en el camino vamos a ver cómo hacemos», apostilló.
En plaza Murillo
Según la declaración de ampliación que Marcelo Zegarra presentó antes el Fiscal de Materia, durante el recorrido hasta plaza Murillo, Zúñiga conversaba por teléfono con otros militares para ajustar algunos aspectos operativos. Incluso, ya en plaza Murillo, fue el propio Zúñiga quien realizaba todas las órdenes mediante conversaciones telefónicas. En ningún momento, siempre siguiendo el relato de Zegarra, hubo un diálogo con los otros comandantes para determinar las acciones.
Con la tanqueta apostada en la puerta de Palacio Quemado, Zúñiga exigió al coronel Raúl Barbery, responsable de la Policía Militar, actuar de manera inmediata. «Ya pues, de una vez, disparen para sacar a la gente». La respuesta de Barbery fue tajante, según lo que se recoge en la declaración oficial, «tú nos has traído para hacer un ejercicio».
Ante el presidente Luis Arce
Finalmente, Zegarra detalla lo ocurrido en la entrada a Palacio Quemado, cuando el presidente Luis Arce se plantó ante el Alto Mando Militar.
En los videos se observa cómo Arce pide a los tres excomandantes que acaten sus órdenes y sólo Zegarra se cuadra ante su autoridad. En ese instante, Zúñiga y Arnez abandonan Palacio Quemado y se resguardan en su tanqueta.
¿Qué pasó en ese momento con Zegarra?. En su testimonio, reitera que fue trasladado a una oficina cercana. A pedido de la jefa de Gabinete, Zegarra llamó a Zúñiga para que deponga su actitud. Sin embargo, el excomandante de la FF.AA. no atendió la llamada.
Quien sí respondió al excomandante de la FAB fue Arnez. El propio Arnez reconoció que «esto se salió de control» y que alentó a Zúñiga para retornar a los cuarteles, cosa que el excomandante no atendió.
Posteriormente, Zegarra fue trasladado hasta el piso 23 de la Casa Grande del Pueblo donde Luis Arce permanecía reunido con sus ministros. A solas con el mandatario, Arce habría confesado a Zegarra que «Zúñiga está molesto porque lo estoy relevando». Además, niega conocer los los pedidos que el excomandante de las FF.AA. le habría reclamado instantes antes.
A pregunta del Fiscal, Zegarra asegura que todo el movimiento militar responde a la «intención personal» de Zúñiga.