Tras varios meses de angustia por la intensa sequía que afectó principalmente a la agricultura de Tarija, dirigentes campesinos y el presidente del Comité de Gestión de la Reserva de Sama, Renán Donaire, recalcan que priorizar el uso del agua para consumo humano y riego, en relación a otros usos o destinos, es clave para la conservación del líquido elemento, para las actuales y futuras generaciones.
El agua es un recurso vital para la sobrevivencia del ser humano y toda la biodiversidad animal y vegetal, por lo que las autoridades llamadas por ley, instituciones públicas, privadas y el resto de la población están obligadas a protegerlo. Los dirigentes coinciden en que todos deben sumarse a esa causa.
El uso de agua en piscinas y para el lavado de vehículos es un claro ejemplo de cómo se desperdicia el agua, sobre todo sabiendo que muchas de las comunidades la necesitan para regar sus cultivos o simplemente para consumir.Esta situación ha generado una alerta en todo el mundo, incluso en algunos países de Europa, donde se determinó limitar el uso del agua para el riego de jardines, el llenado de piscinas y la limpieza de coches, entre otras medidas.De acuerdo a Donaire, si bien el sector de turismo es importante, también se debe saber cómo usar el recurso hídrico, cómo tratar el agua para no tener que cambiar y utilizar sistemas de riego para optimizar el uso del agua, a goteo, como ya se hace en algunas comunidades.“Por más que paguen impuestos, se debe priorizar el tema de consumo humano y lo que es la producción, ver la forma de reutilizar el agua y trabajar más en ese sentido, desde los colegios”, mencionó.
Abrumadora ausencia de lluvias
El déficit de precipitaciones de la gestión 2022, que se atribuyó al fenómeno de La Niña, dejó a diferentes barrios y comunidades de Tarija en una larga temporada de estiaje y cortes del líquido elemento.Los caudales de agua en el Rincón de la Victoria, el lago San Jacinto, los ríos Camacho, Pilcomayo, Tarija, entre otros, redujeron a niveles históricos afectando la biodiversidad.
El río Guadalquivir, que en años pasados fue un atractivo turístico, quedó convertido en un riachuelo.Tal fue la preocupación, que comunidades íntegras de distintas zonas de Tarija organizaron jornadas de oración para pedir la llegada de lluvia.
En el altiplano boliviano y norte de Perú se realizaron oraciones, ayunos y costumbres para pedir este recurso tan necesario y tan escaso.De acuerdo a Edgar Gutiérrez, miembro del Comité Impulsor de la Ruta Gastronómica de Erquiz, a raíz de la sequía, la distribución de agua en algunas comunidades se realiza tan solo por algunas horas, en algunos casos se daba paso tres horas, dos horas, una hora, mientras que otras familias nuevas incluso no tenían acceso a este recurso.
El dirigente de la Federación Sindical Única de Comunidades Campesinas de Tarija (FSUCCT), Elvio Diaz, reportó que, ante la preocupación por la escasez de agua, a algunas comunidades se llevó agua de vertientes. Es por ello que pidió priorizar este recurso para riego, consumo y siembra.