El Tribunal Supremo Electoral (TSE) prepara la cuenta regresiva para soltar la bandera a cuadros que dé paso a la época preelectoral que comenzará en 10 meses. Pero, previo a ello, debe cumplir dos tareas fundamentales: la redistribución de escaños con los nuevos datos del Censo de Población y Vivienda y garantizar, con el compromiso de todos los actores políticos, la realización de las elecciones generales de 2025.
En ese trabajo, otro hito fundamental es definir qué va a pasar con las elecciones primarias, que en teoría deben realizarse este año. Tomando en cuenta que están pendientes las elecciones judiciales, el TSE prefiere atender este proceso pendiente desde el año pasado, antes que unas justas internas donde solo los militantes de 11 partidos, cada uno con un solo candidato, “elijan” al binomio para las presidenciales.
En ese escenario es que los vocales del TSE preparan un encuentro agendado para el miércoles 3 de julio, para reunir a los representantes de los 11 partidos políticos habilitados, además de autoridades del Órgano Legislativo y un vocero del Ejecutivo.
“El objetivo de esta reunión de coordinación interinstitucional es darle certidumbre a la población boliviana en cuanto a los procesos electorales”, afirmó a EL DEBER el vocal Tahuichi Tahuichi.
Tomando en cuenta los plazos que dictan las normas electorales, la autoridad plasmó un esquema técnico de trabajo con todos los pasos fundamentales para garantizar que se cumpla el principal hito, que es que el 8 de noviembre de 2025 se realice la transmisión de mando presidencial.
Pasos y tareas a cumplir
Una de las tareas que se fijó el TSE es trabajar en la nueva redistribución de escaños para la Cámara de Diputados, tarea que depende de que el Instituto Nacional de Estadística (INE) entregue al TSE los datos de la cantidad de habitantes por departamento.
La fecha tope para entregar estos datos es diciembre de este año, aunque el director de esta entidad asegura que se lo hará en septiembre.
“Hasta diciembre de este año, el INE nos tiene que pasar la información de población a nivel departamental para definir la nueva redistribución de escaños. Si nos pasara la información después de esa fecha, se corre el grave riesgo de que no se pueda implementar los resultados del Censo de población y vivienda, en las elecciones generales”, afirmó Tahuichi.
¿Y por porqué diciembre es la fecha tope? El TSE prevé que entre enero y abril de 2025 se concentrará en la redistribución de escaños parlamentarios. “Ese trabajo es muy intenso y laborioso y se necesita por lo menos cuatro meses”.
Otro punto es que también, hasta diciembre de este año, el TSE espera que el INE le pase la información de la población desagregada a nivel urbano y rural. Estos datos son para elaborar el nuevo mapa electoral que servirá para la delimitación de las circunscripciones.
“En el área rural el INE nos tiene que pasar los datos de la población desagregada a nivel de localidad y comunidad, en tanto que en el área urbana nos tiene que pasar información desagregada a nivel de manzano”, explicó Tahuichi.
Al respecto, el director del INE Humberto Arandia informó que existe un 62% de avance en el conteo poblacional del Censo de población y vivienda con lo que garantizó que, hasta el 30 de agosto de este año, el INE entregará los resultados de población por departamento.
“Tenemos un avance del 62,4% del proceso de limpieza, validación y conteo poblacional. A partir de este proceso es que el 30 de agosto estaremos entregando los resultados que nos exige el marco legal del conteo poblacional por departamento y municipio, según lo estipula la normativa vigente”, dijo Arandia.
Precisó que el trabajo del procesamiento de datos de los departamentos de Oruro, Potosí, Tarija, Chuquisaca, Beni, Pando y La Paz, llegó al 100%, mientras que aún está en proceso en Cochabamba y Santa Cruz.
Legisladora discute en plena sesión de la Cámara de Diputados
Abril de 2025 es clave
Abril es un mes clave para el TSE por dos aspectos: terminar la tarea de redistribución de escaños y el nuevo mapa electoral con la delimitación de las circunscripciones, a fin de que inmediatamente después pueda lanzar la convocatoria a las elecciones generales, mismas que “indefectiblemente” se deben realizar en agosto de 2025.
¿Por qué agosto?, se considera este mes por la probabilidad de que no haya un claro vencedor o un candidato que tenga el 50% más uno, o que no haya logrado la diferencia de más del 10% del primero en relación al segundo candidato.
Si no se cumplen estos postulados habrá segunda vuelta y la ley prevé que debe ser realizada en 60 días, es decir, dos meses después, explicó Tahuichi.
Tomando en cuenta los plazos, esos dos meses posteriores serían septiembre y octubre, mes en que se programaría una segunda vuelta y el candidato que gane en esa segunda vuelta será posesionado como presidente o presidenta de Bolivia, el 8 de noviembre cuando se realice la transmisión de mando. “Estamos al filo, pero estamos cumpliendo con el mandato constitucional”.
Y para que se realice todo este proceso y se cumpla la meta, el TSE debe lanzar la convocatoria a elecciones generales en abril de 2025, es decir, dentro de 10 meses, que será la apertura de inauguración del calendario electoral.
Desde el Parlamento, Comunidad Ciudadana plantea que el escenario será propicio para pedir a los tres órganos del Estado que se garantice para este año la realización de las elecciones judiciales. En tanto que, desde Creemos ven como prioridad que se garantice la redistribución de escaños para las elecciones de 2025.
Sin embargo, el bloque evista del MAS dijo que el TSE no tiene competencia para convocar a una cumbre política donde no se definirá nada ya que las elecciones judiciales y generales están enmarcadas en la Constitución Política del Estado.
ANÁLISIS
Fabián Yaksic: «Se validará que Santa Cruz es el más poblado»
Con los datos preliminares de población del INE son suficientes para la redistribución”
Son cuatro incidencias político electorales fruto de los resultados del Censo que tenemos que considerar hacia adelante: Uno de estos desafíos tiene que ver con la redistribución de escaños en la Cámara de Diputados, en función de la población que tenga cada departamento.
Con los datos preliminares de población que emita el INE a fines de agosto es suficientes, porque lo que va a entregar el INE son datos de población para fines de la distribución de coparticipación tributaria. Esta reasignación de escaños tendrá que traducirse en una ley nacional.
En el caso de Santa Cruz, lo que va a develar este Censo es que después de décadas, por primera vez se va a validar el hecho de que Santa Cruz es el departamento más poblado del país y ése será el elemento que incida en la probable reasignación de escaños para un departamento en desmedro de otro.
Un segundo desafío tiene que ver con la cantidad de concejales que probablemente se modifique de acuerdo a la cantidad de población de cada municipio.
Un tercer elemento tiene que ver con el Padrón Electoral. Ojalá que la convocatoria del 3 de julio sirva para empezar a trabajar certezas sobre la consistencia del Padrón que va a ser utilizado para las elecciones generales y también para las subnacionales. Está claro que no va a haber elecciones judiciales.
El cuarto desafío y el que va a generar mayor debate es la nueva geografía electoral que se refiere a la delimitación de las circunscripciones electorales, trabajo a cargo del Órgano Electoral Plurinacional.
Tenemos una cantidad de circunscripciones que, de acuerdo al flujo poblacional, se modifican en función de cómo se mueve la población, no es estática. Por eso la geografía electoral no puede ser estática tiene que ser dinámica por lo menos cada 10 años.