La Cámara de Diputados de Argentina inicia este lunes el debate de una ley de reformas que el presidente ultraliberal Javier Milei busca aprobar tras retirar cientos de artículos de una ambiciosa versión anterior que fracasó en el parlamento en febrero pasado.
El proyecto que se debate a partir del mediodía, contiene un tercio de los artículos sobre los 644 originales de la llamada Ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, una reforma acotada para un oficialismo sin mayoría en ninguna de las dos cámaras.
Sindicatos, partidos opositores y organizaciones sociales llamaron a concentrarse frente al Congreso en rechazo del proyecto.
La ley incluye la declaración de la emergencia económica y energética por un año, la reforma del Estado, la laboral, un régimen de incentivo a las grandes inversiones y cambios en la ley previsional.
El proyecto contiene un anexo con empresas del Estado sujetas a concesión o privatización total o parcial, aunque la lista fue reducida de 44 a 11 para destrabar su llegada a debate. También reintroduce el impuesto a las ganancias, que grava los salarios.
El oficialismo cuenta con 38 diputados sobre los 257 de la cámara.
Para su aprobación en general necesita al menos 129 votos a favor, número que el ministro del Interior Guillermo Francos descontó alcanzar gracias a aliados, opositores más dialoguistas y partidos provinciales.
«Calculo que vamos a conseguir entre 140 y 150 votos para la aprobación en general», dijo el viernes el ministro.
Sin embargo las disidencias pueden aflorar cuando se requiera la votación artículo por artículo como lo establece el reglamento, al igual que sucedió en febrero cuando el Ejecutivo resolvió retirar el proyecto.
«Seguramente haya algunos temas que intenten agregarse en lo laboral», admitió Francos.
Si consigue la sanción en Diputados, al gobierno aún le espera un camino de espinas en el Senado donde necesita 37 votos sobre los 72 senadores de la cámara para la aprobación, pero apenas tiene siete.
En Diputados se espera un largo debate que puede continuar el martes.
El gobierno busca la aprobación antes del feriado del 1 de mayo cuando las centrales obreras se movilizarán por el Día del Trabajo y contra el ajuste que aplica el gobierno con miles de despidos en el Estado en un contexto de inflación de casi el 290% anual.
Las centrales obreras anunciaron una huelga nacional para el 9 de mayo, la segunda desde que asumió Milei en diciembre.
El 24 de abril cientos de miles de personas marcharon contra el desfinanciamiento de las universidades públicas.
Argentina atraviesa una crisis económica con el desplome del consumo y de la industria y la mitad de sus 47 millones de habitantes en la pobreza.
El Fondo Monetario Internacional estimó para este año una caída de la economía del 2,8% y proyectó una inflación anual de 250%.