Con el presidente de la Cámara de Diputados, Israel Huaytari, ausente, la convocatoria a sesión de esta instancia fue firmada por la primera vicepresidenta, Verónica Challco. Así los diputados intentarán instalar una sesión donde prevén aprobar dos créditos, en medio de la vigilia que desplegaron los grupos arcistas que este martes marcharon desde El Alto.
La sesión está convocada para el jueves a las 9:00 con una agenda de nueve puntos, dos de ellos referidos a créditos internacionales. El primero por $us 40 millones del BID destinados al “programa boliviano de administración de tierras para el desarrollo rural sustentable”; mientras que el segundo es por $us 100 millones de Fonplata para el “programa nacional de emergencia para la generación de empleo-fase II”.
Desde hace dos semanas la Cámara de Diputados no instala una sesión y está en ejercicio de su cargo Israel Huaytari que por el momento no aparece en los pasillos del parlamento. Los diputados del ala evista del MAS ya adelantaron que no asistirán a ninguna sesión por la presión que existe desde los grupos afines al Gobierno.
Pero la advertencia de los evistas es uno de los problemas que tiene Diputados a la hora de instalar una sesión. El primer gran problema es que la bancada arcista no tiene los diputados suficientes para instalar una sesión, pues el 29 de agosto quedó patente que solo cuentan con 49 legisladores de 130, se necesita al menos 66 diputados para instalar una sesión.
Ese mismo día la vicepresidenta Challco sometió a votación un crédito del Banco Mundial por $us 118 millones y fue rechazado por las bancadas de Comunidad Ciudadana, Creemos y el ala evista del MAS; incluso los de la “bancada manfredista” votó en contra.
Por esa razón, los arcistas recurren a la presión de los grupos que los apoyan para aprobar los créditos, estrategia que ya fracasó en febrero cuando también los alteños invadieron la Cámara de Diputados exigiendo aprobar créditos.
Para esta ocasión, no solo los evistas, los opositores también adelantaron que no asistirán a una convocatoria que tiene como principal amenaza ser ultrajados por los grupos de choque del Gobierno; y al no existir garantías no acudirán a esa convocatoria.
Asimismo, la “vigilia” arcista también pone en riesgo la sesión en la Cámara de Senadores que tiene convocatoria a reunirse mañana en la mañana. La amenaza de los grupos puso en duda ese llamado de los senadores.