El Tren de Aragua es una banda criminal de origen venezolano. Esta mafia se apoderó desde 2018 del norte de Chile y se dedica a la trata y tráfico de mujeres con fines de explotación sexual como su principal fuente de ingresos, incluso más que el tráfico de drogas y de armas. Pero, además, se dedica a la extorsión, al sicariato, al lavado de dinero y ahora amplió sus tentáculos a la minería ilegal. En Bolivia existe un grupo que opera sobre todo en la frontera con Chile. La localidad de Pisiga fue el primer poblado boliviano que pisó el Tren de Aragua y desde ahí se expandieron a ciudades como Santa Cruz de la Sierra, La Paz, Cochabamba y Oruro.
Esta banda criminal está en siete países de América del Sur: Venezuela, Ecuador, Colombia, Perú, Chile, Brasil y Bolivia. En Brasil, por ejemplo, tienen vínculos con el temido Primer Comando Capital (PCC). En Perú y Chile trabajan con pequeñas mafias y en Bolivia con clanes familiares. Según la periodista Ronna Rísquez, quien escribió el libro El Tren de Aragua: la banda que revoluciona el crimen en América Latina, esta organización está compuesta por al menos 5.000 personas. Unas 3.000 están en Venezuela y las demás se reparten en los demás países. Perú, Chile y Colombia son las naciones donde más presencia tiene el Tren de Aragua.
“Es una organización mafiosa que opera desde una prisión y que ha tenido la habilidad de encontrar en las personas privadas de la libertad una mano de obra muy fácil de reclutar cuando estas son liberadas, ya que generalmente no tienen más oportunidades. Esta organización ha establecido gobernanzas criminales en algunos territorios que le han permitido establecerse y de alguna manera tener no un apoyo, pero sí una especie de tejido dentro de las comunidades que los ayuda a mantenerse y operar”, explicó Rísquez en una entrevista con el medio colombiano El Tiempo.
¿Dónde nace esta banda?
El origen de esta banda criminal se encuentra en el estado Aragua, en Venezuela. Se formaron en la década del 2000 como un colectivo sindicalista en la construcción de un ferroviario en su nación. Comenzaron con sobornos para conseguir trabajos en el proyecto, pero rápidamente fueron escalando en sus delitos. Ese sindicato no era normal. Era un sindicato delictivo, en que utilizaban el asesinato y los golpes para controlar el sistema laboral.
El “trochero” es la persona encargada de cruzar a las migrantes a diferentes países. Esta mafia la conforman varios “trocheros” en distintos países. En Bolivia están en Desaguadero, Pisiga y ahora en el lado de Ollagüe, en Chile. Ahora la ruta incluye a Bolivia. Desde Colombia o Venezuela, llevan a las víctimas hasta la ciudad de Tacna, al sur peruano y frontera con Arica. De ahí, evitan el ingreso por el estricto control y prefieren “dar la vuelta” llegando a Desaguadero. En esta población paceña cambian de “trochero” y las llevan a Oruro. De ahí a Pisiga o Estación Avaroa.
“Se han expandido en América Latina a través de células que logran armar y todo está basado en una filosofía de confianza y de lealtad. Ellos tienen una estructura a la que llaman familia, entonces tú no traicionas a la familia, tú confías en la familia, y eso les permite operar a distancia basados en ese sistema de confianza. Tienen una estructura de sicarios importante, y una de sus prácticas es grabar los sanguinarios asesinatos que realizan de sus adversarios, para enviar mensajes de fuerza. Esta es una de sus características más importantes”, detalló Rísquez.
¿Por dónde y cuándo ingresan a Bolivia?
En una investigación realizada por EL DEBER en junio de 2022, una testigo aportó información respecto de la presencia de integrantes de esa organización criminal en la frontera, concretamente en la zona entre Colchane y Pisiga, en plena frontera entre Bolivia y Chile. Hubo un caso de un menor de edad, que fue víctima del tráfico de migrantes por parte de esta organización. La testigo informó que el niño había sido mantenido a oscuras en una suerte de refugio, donde debía guardar silencio porque de lo contrario podrían dispararle.
Esta testigo confirmó que la principal actividad del Tren de Aragua es el tráfico de migrantes venezolanas y que llegando al norte de Chile les privan de su libertad para comercializarlas sexualmente. Incluso relató que una víctima logró escapar en la frontera. Según los informes recolectados, el Tren de Aragua ingresó a Bolivia por Pisiga, donde incluso tenían un inmueble desde donde operaban inicialmente.
El fiscal de la comuna chilena de Puerto Montt, Marcelo Maldonado, relató en una audiencia en 2022 que esta banda venezolana tiene su cuartel en Pisiga con la presencia de “trocheros” y que luego pasan directamente a la localidad de Huara, donde la mafia instaló una casa para distribuir a las víctimas a diferentes partes de Chile.
Pisiga y Huara están a 142 kilómetros de distancia. La “base Huara” recibe todo el negocio que realiza esta banda en Bolivia, según un informe de la Policía de Investigaciones (PDI) de Chile al que tuvo acceso este medio. En esta localidad reúnen a las víctimas de explotación sexual y deciden a qué ciudad chilena serán “destinadas”. Esta organización opera en casi todo el territorio chileno y tiene más de 1.000 miembros en el vecino país.
A Huara también llega la droga que traspasan los venezolanos desde Bolivia. En esta comuna almacenan las distintas sustancias controladas, como cocaína y ketamina, una droga sintética. De Huara a Pisiga la distancia es corta y se puede llegar en vehículo en una hora. Desde esa comuna se decide dónde van las mujeres venezolanas reclutadas. Una mayoría son explotadas sexualmente en ciudades del norte de Chile, como Iquique, Arica, Calama, Tocopilla y Antofagasta.
Un abogado chileno relató que el Tren de Aragua realizaba torturas y asesinatos en Pisiga. Luego, EL DEBER continuó la investigación sobre esta mafia y encontró que la organización separaba familias para hacerles trabajar en ciudades de Bolivia. A las mujeres las llevaban a Chile para prostituirlas y a los varones les hacen hacer labores de microtráfico de drogas.
En caso de que se nieguen a hacerlo, amenazan a los migrantes venezolanos con matar a sus familiares, incluidos niños y niñas. Hay casos de venezolanos y colombianos que están presos en Oruro o La Paz porque fueron obligados a llevar droga a Chile, pero que fueron detectados.
Hoy, la Policía Boliviana confirmó la presencia del Tren de Aragua en suelo nacional. Detuvieron a cuatro venezolanos involucrados a esta mafia y que tenían en su poder armamento letal. Además, tenían una sede desde donde podían operar. Esta banda amplió su presencia en Bolivia y también utilizan el paso de Ollague-Estación Avaroa, en Potosí, para realizar sus delitos. También están en el municipio de Desaguadero, en La Paz.