Los caminos de tierra abundan en la línea fronteriza entre Bolivia y Chile. Estas vías son habilitadas por las mafias que operan en la frontera y que se dedican a delitos como el narcotráfico, el contrabando y la trata y tráfico de personas. Esos caminos llevan a cuatro comunidades chilenas donde los delitos crecen cada día: Enquelga, Isluga, Mauque y Escapiña son poblados cercanos a Bolivia y por donde los delitos pasan por sus arenosas vías.
Un informe de la Fiscalía Regional de Tarapacá de Chile muestra que Parajaya se convirtió en la nueva zona roja del delito en la frontera. Cerca de esta comunidad están Enquelga, Isluga, Mauque y Escapiña. En estos puntos creció, sobre todo, el tráfico de migrantes que intentan ingresar a Chile para buscar días mejores y otras que son explotadas en diferentes rubros, como la explotación sexual. Estas víctimas son llevadas por mafias que cobran dinero a los migrantes para que lleguen a su destino.
“Estos puntos (Enquelga, Isluga, Mauque y Escapiña) son de paso (puntos) de delitos que cometen las mafias transnacionales. Están cerca del Estado Plurinacional de Bolivia y estas organizaciones cometen delitos tanto de ingreso como de salida. Recién, un grupo de Carabineros, capturó en el punto de Enquelga a delincuentes que llevaban mercadería de contrabando a Bolivia”, dice parte del informe.
El documento también destaca que en esa “zona roja” existen mafias que trafican droga, mercadería ilegal y migrantes. Estas bandas bordean el cordón montañoso y el volcán Isluga. Ahí hay varias vías ilegales. Más están en el lado chileno y hay un camino que va directo al municipio de Sabaya, en el lado boliviano. Estos cuatro puntos críticos están a dos horas de Colchane y para llegar ahí hay que cruzar vías de tierra y algunos ríos.
Como antecedente, el informe fiscal chileno detalla que en abril de este año la inteligencia policial del vecino país detectó a un grupo de “extranjeros” en Enquelga en posesión de armas de fuego y cocaína. Ellos estaban en un camión que antes había transportado fardos de ropa usada desde Iquique a Parajaya, en el lado boliviano. Además, el documento también destaca que en Mauque el año pasado hubo un tiroteo entre carabineros y contrabandistas que pretendían introducir mercadería ilegal a Bolivia.
“Se comprobó que estas movilidades (camiones con contrabando) llegan a la frontera y descargan mercadería ilícita en el lado boliviano. Luego estas mismas movilidades regresan a Chile con droga y, en menor medida, armas. No se comprobó que en estas movilidades (de) las mafias transporten migrantes”, detalla el documento.
La Policía de Investigaciones (PDI) de Chile detectó que en varios casos este tipo de camiones hicieron un intercambio de ropa usada por droga. No se detallan la cantidad de fardos de ropa usada ni los kilos de cocaína. Lo que si se muestra es que en varias oportunidades decomisaron pistolas a ciudadanos “extranjeros”. En los informes detallan que estas personas tienen origen venezolano, colombiano, peruano y boliviano.
En otro caso, en el documento fiscal se desglosa que dos ciudadanos de “nacionalidad boliviana” fueron sorprendidos en mayo de este año por Carabineros del 0S7 portando equipos radiales y “miguelitos” en el sector de Pampa Parajaya, al lado chileno.
El equipo de Carabineros, según el informe, indicó que el hecho ocurrió cuando esta unidad especializada, con la finalidad de detectar ilícitos en la frontera, “logró detectar en esa zona un vehículo con patente boliviana”. El texto añade que, al ver la presencia policial, los involucrados trataron de huir del lugar siendo alcanzados a unos kilómetros más adelante y además de presentar una situación migratoria irregular, portaban equipos radiales y miguelitos.
Carabineros tomó contacto con fiscal de turno del Tamarugal, el cual dispuso el apercibimiento (amonestación) de los involucrados por el delito de contrabando”.
Ayer, la senadora chilena Luz Ebensperger, junto a su colega José Miguel Durana, solicitaron, entre otras cosas, tipificar como delito el ingreso clandestino al país; crear un cuerpo especializado de policía militar para el resguardo fronterizo y otorgar a las Fuerzas Armadas (FFAA) facultades ampliadas para realizar reconducciones y controles preventivos en zonas fronterizas.
La senadora Ebensperger señaló que “es fundamental que el Gobierno (de Chile) deje de lado las caricaturas y comience a expulsar administrativamente. Cada día inventan una nueva excusa, señalando que es difícil o casi imposible realizar expulsiones administrativas”.
En este sentido, la parlamentaria aseguró que “el gobierno anterior, que tampoco fue excelente en esta materia, logró expulsar tres o cuatro veces más personas que este gobierno, y lo hizo con una peor ley. Insisto, hay que dejar de lado la ideología y pensar en el bien de todos, especialmente en la región que represento, Tarapacá”.
Por su parte, el senador Durana lamentó la “nula” reconducción de los inmigrantes irregulares por parte de Bolivia, por lo que realizó un llamado al canciller chileno, Alberto van Klaveren, para que realice gestiones con el país altiplánico de tal forma que exista reciprocidad.
“Chile y Bolivia tienen un Tratado de Paz y Amistad que data del año 1904 y, por tanto, el cumplimiento de obligaciones debe ser por parte de ambas naciones y no solamente de nuestro país, por lo tanto, debe haber reciprocidad para que exista una buena relación bilateral”, precisó Durana.
Ayer, un grupo de seis militares y once funcionarios del Grupo de Reacción Inmediata Aduanera (G.R.I.A.) se presentaron de manera voluntaria ante la Fiscalía de Caracollo, para colaborar en la investigación sobre la muerte de un comunario, presuntamente involucrado en actividades de contrabando. El incidente se produjo tras enfrentamientos en la carretera Huayllamarca-Chojñuma del departamento de Oruro.