El gobernador encarcelado de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, atribuyó este sábado al gobierno de Luis Arce la nueva imputación fiscal presentada en su contra y aseguró que en ocho oportunidades lo ofrecieron libertad a cambio de negociación.
“El gobierno de Luis Arce ha forzado una imputación más en mi contra, en un juicio que no tiene pies ni cabeza. Y valga la oportunidad para enviar este pronunciamiento a los cruceños y bolivianos, en momentos en que nuestro país enfrenta una grave crisis política y económica”, respondió Camacho a través de sus redes sociales.
La fiscal Yolanda Aguilera presentó la imputación formal en contra del gobernador encarcelado y de la notaria de Gobierno de la administración departamental, Gina María Talavera, por la presunta comisión del delito de falsedad ideológica. Este caso investiga la presunta falsificación de la firma de Camacho para un poder otorgado en la Notaría de Gobierno de la Gobernación de Santa Cruz.
En la imputación, suscrita el 1 de agosto, la fiscal requiere la aplicación de la medida excepcional de detención preventiva para ambos por un plazo de 90 días porque asegura que hay riesgos procesales de obstaculización de la investigación y peligro de fuga. Aunque, en el caso de Camacho, ya está detenido de manera preventiva en el penal de Chonchocoro (La Paz) acusado por una serie de delitos.
Sin embargo, “en anteriores oportunidades dijimos que las dictaduras, cuando se acercan a su fin, se vuelven más violentas. El gobierno de Luis Arce camina hacia su final, ahogado en la corrupción y el desgobierno. Moralmente, ya el gobierno de Arce ha perdido todo, es una vergüenza para los bolivianos y para el mundo. Un presidente, con miedo y sin rumbo, solo atina a pedir más créditos para seguir adelante unos meses más”, afirmó Camacho.
Aseguró que, desde el momento en que decidió “enfrentar el fraude el 2019”, supo que había que pagar un alto precio por defender la democracia.
“Tuve claro que el paso por la cárcel sería parte de mi camino y no porque haya cometido algún delito, sino porque la cárcel o la muerte es el destino de todo aquel que está dispuesto a luchar contra una dictadura hasta las últimas consecuencias”, sostuvo.
Consideró que hay un ensañamiento con él por representar a Santa Cruz, la región que no solo es el motor de la economía, “sino también un bastión de la resistencia democrática”.
Enfatizó que sabiendo que lo iban a encarcelar no huyó del país y que tampoco huirá ahora a su destino “así sea el más duro”.
“Negociación”
Camacho afirmó que “el régimen de Luis Arce” sigue buscando el modo de doblegarlo, pero que no lo conseguirá ni encerrándolo las 24 horas del día en su celda, ni cortándole de manera constante el acceso al agua, ni negándole las visitas de los representantes de las fundaciones internacionales de Derechos Humanos.
“Son ocho veces que me han ofrecido libertad a cambio de que negocie. Incluso, enviaron a un ministro hasta mi celda a proponerme acuerdos que nunca lograrán porque tengo clara la consciencia de que estoy preso por defender una causa que nos importa a todos”, añadió.
“Tengo bien claro que con las dictaduras no se acuerda ni se transa, la libertad de un preso político no depende de la justicia vendida, sino de las energías con las que un pueblo resiste al poder autoritario. Aun cuando amenacen y persigan a mi familia, aun cuando sigan sumando juicios, nunca tendrán nada de mí. Vengo del auténtico civismo cruceño y no me vendo ni pacto con mis carceleros”, puntualizó.