El comienzo del juicio oral por el caso Golpe I, previsto para este lunes, 14 de octubre, es una nueva puesta en escena de una “farsa judicial”, consideró el gobernador encarcelado de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, quien es uno de los principales acusados en dicho proceso judicial que procede de la crisis de 2019.
“Quiero decirle al pueblo boliviano que asistiremos a este proceso con la misma energía y determinación que asumimos cuando nos levantamos contra el fraude el 2019. Somos absolutamente conscientes de que esta farsa judicial es una venganza y un intento de intimidación, para tratar de sentar un precedente de miedo y evitar que el pueblo se levante nuevamente en contra de los abusos de un gobierno que se ha convertido en una tiranía”, afirmó Camacho en un mensaje publicado la noche del domingo en su cuenta en Facebook.
Agregó que “ningún acto torcido y manipulado, como es este juicio montado por el masismo, ocultará la verdad histórica” porque, según su versión, “el 2019 no hubo golpe, fue un monumental fraude y eso no podrá cambiarse ni olvidarse nunca”.
Al juicio presencial del caso Golpe I, que se realizará en La Paz, deben ser trasladados, además de Camacho, la expresidenta Jeanine Áñez, el exlíder cívico de Potosí Marco Antonio Pumari y otros procesados.
Sin embargo, hasta el cierre de esta nota informativa, todavía ninguno de los procesados era trasladado desde los centros penitenciarios donde se encuentran encarcelados hasta el juzgado donde se realizará el acto procesal.
“Las condiciones hoy son notoriamente desfavorables para el masismo. Además de la crisis interna que enfrenta ese partido, el pueblo boliviano rechaza rotundamente a las autoridades y a los líderes masistas por la gran corrupción, por su ineficiencia y por las inmoralidades y abusos que cometieron y siguen cometiendo”, señaló Camacho.