La Amazonía boliviana vivió una celebración con la llegada de delegaciones de los nueve países de la región que comparten la cuenca amazónica. El país acogió el XI Foro Social Panamazónico (Fospa), en el que se estableció la construcción de una propuesta orientada hacia un nuevo modelo de desarrollo que preserve la biodiversidad amazónica de la región.
Los municipios de Rurrenabaque, en Beni, y San Buenaventura, en La Paz, cobijaron a cerca de 1.200 delegados de Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Guyane, Perú, Surinam y Venezuela. El evento se desarrolló entre el 12 y 15 de junio de este año.
Fue la onceava versión de un encuentro que reunió análisis, opiniones, esperanzas, protestas y propuestas de pueblos indígenas y comunidades ancestrales, organizaciones de sociedad civil, redes y alianzas del bloque suramericano.
“El objetivo del XI Foro Social Panamazónico (Fospa Bolivia 2024) fue dar continuidad a los debates sobre las problemáticas de la Amazonía, que está siendo agredida fuertemente, en la vulneración de los derechos humanos de las poblaciones que habitan los territorios, de todas las políticas públicas que violan los derechos territoriales y también de la Madre Tierra”, explicó Walter Limache, coordinador general del Fospa 2024.
Demandas indígenas
Limache indicó que el Fospa apuntó a repensar este tipo de cosas para proponer mecanismos de lucha y elaborar una agenda que permita avanzar desde la demanda de los pueblos indígenas a los estados, para el ejercicio de los derechos, y principalmente para que los propios estados paren este tipo de políticas públicas y tengan la capacidad de una apertura que se enfoque en construir, junto con la sociedad civil, políticas públicas que sean más sostenibles en los temas que se trabajaron en el Fospa.
De acuerdo a los organizadores del encuentro, se está viendo una agudización de todas las actividades extractivas, que está derivando no sólo en la afectación de las poblaciones, sino fundamentalmente en el despojo de sus territorios, y a mediano o largo plazo en la expulsión de estos.
Pusieron como ejemplo la actividad minera, que está tomando posición en todas partes, gradualmente y con violencia. “Es un nuevo elemento que no había en el país, y que hoy está permitiendo una acelerada expulsión de las comunidades, o en otro caso las incorpora como trabajadores en los procesos, a nombre de generar empleo y de contribuir para salir de la pobreza”, describieron los participantes del encuentro amazónico.
El Fospa también exigió políticas de desarrollo para la Amazonía, como incentivos para que los indígenas puedan ofertar sus productos, entre ellos aquellos derivados de pesca que sea sostenible para la región.