José Antonio Camacho
El sector oleaginoso de Beni expresó su preocupación por la escasez de diésel y dólares que están afectando la producción agrícola en la región. Esta situación está provocando una crisis que amenaza con frenar el desarrollo agrícola y económico de la región, al mismo tiempo que los productores vislumbran oportunidades para impulsar nuevas inversiones que permitirían a Beni despegar como una zona clave en la producción de alimentos junto a Santa Cruz.
Durante una entrevista en el programa Dinero 360 de EL DEBER Radio, Fernando Romero, dirigente del sector soyero en Beni, destacó la necesidad urgente de que las instituciones benianas participen activamente en la próxima reunión con el Gobierno central. «Esperemos que las instituciones benianas estemos también para expresar nuestras necesidades, nuestros requerimientos, porque tenemos seguridad de que debemos tener una relación continua con las instituciones del Estado, con el Gobierno, para que juntos podamos tratar de paliar la crisis en la cual estamos viviendo respecto al dólar y al diésel», subrayó Romero.
Falta infraestructura industrial en el Beni
En la actualidad, la producción de oleaginosas en Beni enfrenta serias dificultades debido a la falta de infraestructura industrial en la región. «Una de las carencias gigantescas que tiene el Beni es la industria. No tenemos nosotros una industria para que podamos hacer nuestro procesamiento de granos», explicó Romero. Esto obliga a los productores a trasladar sus cultivos, principalmente de soya y arroz a Montero para su venta y procesamiento, lo que incrementa significativamente los costos y reduce la competitividad de los productos benianos.
A pesar de estos desafíos, el sector oleaginoso de Beni sigue mirando hacia el futuro con optimismo. «Estamos ya pensando en el futuro, la instalación de nueva industria, y eso viene automático cuando crezca el área de siembra. Estoy hablando de soya, maíz, y en los incrementos que se van a dar en el arroz en los próximos años», señaló el dirigente, evidenciando la visión de los productores de expandir la producción y atraer inversiones que permitan el desarrollo de una industria agroalimentaria en la región.
Biocombustibles: Una oportunidad para el futuro
Una de las iniciativas que podría marcar el futuro del sector agrícola en Beni es la producción de biocombustibles. Según Romero, ya se está avanzando en proyectos para la instalación de una planta de biocombustible en Casarabe, donde se están realizando pequeñas siembras de palma africana. Sin embargo, el mayor potencial radica en el uso de soya para la producción de biodiésel y sorgo para etanol.
«Creo yo que lo más cercano va a ser el tema de los biocombustibles con respecto al diésel con soya y respecto al etanol con sorgo. Entonces, el futuro de Bolivia estará destinado en la producción masiva de biocombustible. Creo que el Gobierno sí ha acertado en ello, de incentivar el futuro de la creación y la fabricación de mayor cantidad y suplir de los combustibles que tenemos hoy por hoy, que no está siendo posible, dadas las condiciones», comentó Romero. Este desarrollo no solo podría aliviar la escasez de combustibles fósiles en el país, sino también abrir nuevas oportunidades de mercado para los productores agrícolas de Beni.
Escasez de diésel ralentiza la producción
La falta de diésel y dólares ha comenzado a tener un impacto devastador en la producción agrícola en Beni. Romero describe la situación como «brutal», ya que la escasez de diésel está ralentizando las actividades agrícolas en un momento crítico. «Hoy por hoy estamos preparando para el arroz, la siembra del arroz que es a secano en el Beni, se inicia en octubre, y la gran mayoría que estamos hablando de más de 60 mil hectáreas, estamos en un ritmo muy lento», explicó.
Además, la cosecha de soya, que se inicia a fines de septiembre y octubre, y la campaña de maíz, prevista para fines de octubre, también están en riesgo debido a la escasez de combustible. «Las condiciones del diésel nos están frenando demasiado, y respecto al dólar, los agroquímicos y repuestos para nuestras máquinas y maquinarias también para poder implementar, nos están afectando de una manera extremadamente negativa», indicó Romero.
Ante este panorama, los productores de oleaginosas de Beni esperan que el gobierno tome medidas urgentes para resolver esta crisis, permitiendo así que el sector agrícola pueda continuar con sus actividades sin interrupciones y contribuir al desarrollo económico del país.
Esperan nuevas inversiones en la región
A pesar de los desafíos actuales, Romero y los productores de oleaginosas de Beni mantienen la esperanza de que nuevas inversiones y un mayor apoyo gubernamental les permitirán superar las dificultades y alcanzar un crecimiento sostenido. «Tengamos fe de que Bolivia está en un rumbo correcto, el camino es el agronegocio, y queremos también aprovechar para invitar a las nuevas inversiones y personas que estén creyendo en nosotros», afirmó Romero.
El presidente de la Asociación de Productores de Oleaginosas de Beni también destacó la importancia de trabajar en conjunto con Santa Cruz, una región que ha demostrado ser un motor clave en la producción agrícola de Bolivia. «El Beni ya despegó, y en los próximos 20 a 30 años, indudablemente no vamos a igualarnos a Santa Cruz, pero creo yo que dos pueblos hermanos podemos ir juntos, y podemos tener beneficios también», concluyó.
Con la mirada puesta en el futuro, los productores de oleaginosas de Beni se preparan para enfrentar los retos actuales, confiando en que la colaboración con el Gobierno y el sector privado les permitirá no solo superar la crisis, sino también aprovechar las oportunidades de crecimiento y desarrollo que se presentan en el horizonte.