La expresidenta Jeanine Áñez escribió desde la cárcel de Miraflores una nueva carta en la que niega que su gobierno hubiera tenido alguna alianza con el Movimiento Al Socialismo (MAS), después de que surgieran una serie de especulaciones a partir de los dichos de sus exministros Roxana Lizárraga y Arturo Murillo.
“Quiero dejar en claro que mi gobierno jamás fue aliado del MAS. De haber sido así, claramente no estaría presa. Pretender instalar esa patraña, me parece una canallada e indudablemente no saben lo que es perder la libertad y lo que significa para el entorno familiar”, afirmó la exmandataria en su carta difundida este sábado, 24 de agosto, a través de sus redes sociales.
Durante esta semana, Lizárraga y Murillo protagonizaron un enfrentamiento mediático desde Estados Unidos y, en medio de sus acusaciones, hablaron de supuestas reuniones o negociaciones que hubieran tenido con el MAS del expresidente Evo Morales en la crisis de 2019.
Ambas exautoridades aseguraron haber tenido reuniones en 2019, para pacificar el país, con el ahora presidente de la Cámara de Senadores, Andrónico Rodríguez y quien recientemente ratificó su apoyo a Morales para que se vuelva a postular a la presidencia en las elecciones generales de 2025.
Incluso, Lizárraga presumió que Murillo pudo haber negociado “muchas cosas” con el MAS de la línea de Morales durante el gobierno de Áñez.
Entretanto, Áñez señaló que “es muy fácil recurrir a la crítica, sobre todo, estando lejos del país, lejos del escenario dantesco” al que tuvo que enfrentarse.
“Asumir la presidencia en una situación de violencia no fue una tarea fácil, más aún, de un día para otro. Estoy presa hace más de tres años por una decisión de Evo, (el ahora presidente Luis) Arce y su gobierno masista. Por cumplir con mi deber me han quitado (…) la libertad», dijo la expresidenta encarcelada en la ciudad de La Paz desde marzo de 2021 por el supuesto “golpe de Estado” de 2019.
“No escapé del país sabiendo que habría venganza y a los tres meses de haber asumido Arce la presidencia, me encerraron en la cárcel. A lo mejor voy a pecar de ingenua, pero la falta de empatía todavía me sorprende. Aún así, no me arrepiento, ya que, gracias a mi gobierno, muchos de los que estaban en el exilio volvieron al país y se reencontraron con sus familias, con sus seres queridos. Aunque no lo reconozcan, mi gobierno unió familias y lo volvería a hacer porque estoy convencida de que el sacrificio valió la pena”, continuó.
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