La excelencia ha sido una característica permanente en la trayectoria de Cimar Aguirre Soruco, reconocido como el mejor paisajista tarijeño, deja hoy el mayor de los aportes a la sociedad, expresados en sus obras pictóricas.
Nacido en Tarija en 1943, fue hijo del conocido pintor tarijeño Cimar Aguirre Lema y la poetisa Alcira Soruco, sin duda el talento y profesionalismo de sus padres sembró en sus primeras impresiones un glorioso futuro en el ámbito del arte.
Desde su primer cuadro Cimar Aguirre, manifestó su afecto por la pintura impresionista, pintura de primera intención que fue cultivando incluso en los retratos.
Siendo aún muy pequeño ya se encontraba en el taller de su padre quien mientras pintaba y comentaba la razón del uso de los colores que plasmaba en sus cuadros, el pequeño Cimar jugaba con sus pinceles.
De niño fue bastante tímido, contemplativo y siempre expresándose por otros medios como la creatividad en sus juegos o en sus aventuras con sus amigos, y si hay algo que impregnó su vida desde niño fue la naturaleza que lo rodeó siempre en la ciudad de Tarija.
Cimar Aguirre, aprendió a pintar sin ninguna escuela más que la de su padre y posteriormente con sus vivencias cotidianas decidió conocer un poco más acerca de los pintores famosos.
Luego de vivir su juventud en Sucre, se quedó a vivir en Potosí, posteriormente se fue a estudiar a Buenos Aires la carrera de Medicina en donde estuvo un año y un poco más, cuando tomó la decisión de retirarse para entregarse de lleno a la fotografía.
Un día al caminar por una calle de Buenos Aires vio en una vitrina todo un equipo completo de pintor a la venta y sin pensarlo dos veces entró y se lo compró y durante diez días consecutivos se encerró y pintó diez cuadros que tuvieron el mismo estilo y trazo de sus pinturas actuales, con la diferencia de que en ese entonces él no conocía la espátula.
A lo largo de su trayectoria consiguió la excelencia con su pintura al óleo y espátula, con un estilo Neo impresionista, en algunas oportunidades sus exposiciones también mostraron cuadros con un estilo Surrealista. Plasmando paisajes de los valles tarijeños, las mujeres tarijeñas, sus ríos, bosques, peñas, etc.
Se destaca en sus pinturas, una fuerte influencia de grandes pintores como Monet, Renoir, por sus trazos yuxtapuestos ya que si se aprecia una de sus pinturas de cerca denota un cuadro muy tosco con rasgos duros y notablemente confusos; pero a cierta distancia parece una pintura suave y definida.
En sus pinturas se pueden apreciar ciertos colores, en primer lugar, una gran variedad de azules y violetas para sus cielos y sus ríos, para los árboles y la naturaleza muchos amarillos, naranjas y cafés claros, siempre colores pastel para su vegetación.
Fue notorio en todos sus cuadros una inmensa melancolía acorde con los paisajes, siempre son solo paisajes casi nunca se ven animales o personas, hay casas, pero no gente, hay caminos, pero no hay nadie por ahí, hay vegetación, pero no pájaros ni animales, solo raras veces.
En 1972 se presentó al primer y único concurso de pintura en la ciudad de Córdoba ganando el primer premio con el retrato «El viejo diarero», luego de esto se casó y dejó de pintar hasta el año 1981.
Destacan entre sus exposiciones: 1975 en la Ciudad de Córdoba, 1985 en la Ciudad de Salta de Argentina en La Casa de la Cultura Salón SCOTTI, en La Paz, expuso en varias oportunidades en el Hotel Europa, en la Galería del Palacio Chico (Vice Ministerio de Culturas); en Santa Cruz, expuso en tres oportunidades en la Casa de La Cultura Raúl Otero Reichs, en la ciudad de Tarija en el conocido “Palacio Consistorial de la Alcaldía Municipal de Tarija” (1983), en su “Salón de Taller Privado” en (1986), (1987), en el “Salón Principal del Comité Cívico” (1988), en la “Casa de la Cultura” (1989), inaugurando el salón de exposiciones, también en (1990 – 1992), en la ciudad de Santa Cruz en la “Casa de la Cultura Raúl Otero Reich” (1984) y en (1985), en la ciudad de Salta en la “Casa de la Cultura Salón Escoti” (1985).
Sus obras más importantes se encuentran en el Banco Central de Tarija, también en la IV Brigada Aérea de Tarija con pinturas hechas en murales como “El Moto Méndez”, “Francisco Pérez de Uriondo”, “José María Avilés” y el “Mariscal Santa Cruz”.
En las oficinas de COSETT se encuentran dos cuadros enormes cada uno de 4.5 m2 “Bosque en Verano” y “Bosque en Otoño”, según el autor esta obra quedó inconclusa, por su deseo frustrado de hacer las cuatro estaciones del año para los cuatro pisos del edificio.
Sus cuadros están en Galerías importantes, como en la Pinacoteca del Banco Central, los ESTUDIOS JURIDICOS del Dr. Ramiro Moreno, también en otras colecciones particulares; del Lic. Gabriel Pabón, del Lic. German Villamor, además, en la colección del Ing. Luis Peñaloza Trigo.
Cimar Aguirre, aparte de ser pintor y fotógrafo muy conocido, también fue escritor.
Solo queda decir que en los hermosos paisajes el jamás aparece, él sólo observa tratando de internalizarse en ese mundo, en el cual desearía vivir en realidad y lo logra cuando pinta con sus colores pastel pendiendo en un cuadro de su pincelada soñadora.
Descanse en los brazos del creador.
(Fragmentos tomados del libro: “Cimar Aguirre. Expresión y Creatividad”. Silvana Lazcano Arana).